
La historia cuenta que un maniquí apareció sin más,en el aparador principal de la tienda un 25 de marzo 1930. Es la efigie de una hermosa muchacha de gesto suave y melancólico que ejerce un extraño encanto entre los transeúntes, que no pueden apartar sus ojos de ella...
Ese maniquí no es como los otros, es un maniquí que dice la voz popula, es un cadáver embalsamado de una mujer bellísima que murió ante el altar el mismo día de su boda a causa de un piquete de araña venenosa...El maniquí se llama Pascualita como la hija de la dueña de la tienda de vestidos. La muchacha sirvió a su madre como modelo de todos los trajes de boda que confeccionaba. Estos trajes adquieron la fama que aquella mujer que se casara con uno de los vestidos probados por la Pascualita, sería una mujer feliz.
Pero el destino cruel destrozó el ensueño... El mismo día de su boda, la Pascualita murió a causa de la picadura de una viuda negra que se encontraba agazapada entre las flores de su ramo de novia. Fue ponérselo y murió.
Tan bella era que, la madre mandó embalsamarla para que su belleza se hiciera inmortal, y luego la mandó a recubrir de parafina y cera, la vistió con el vestido nupcial y la colocó en el aparador sin permitir que nadie la tocara...

Los propios vendedores, sienten miedo de cambiarle de ropa cada dos semanas detrás de las cortinas cerradas. Dicen que en las piernas incluso se ven las venas verdosas.
Otra versión de la leyenda cuenta que la madre de Pascualita vió al maniquí ,que fué traído de París, expuesto en la prestigiosa tienda “El puerto de Liverpool”, donde la señora compraba sus telas, azahares y ramos. Se fascinó de tal modo con el figurín,que la modista chihuahuense lo compró y se lo llevó a su tienda.
Era tanta la admiración que causaba entre la gente, que un poderoso chamán de tierras lejanas, pasó por el escaparate y se enamoró inmediatamente de la muñeca. Utilizó su magia para darle vida. Vivió dos meses en Chihuahua y cada noche, al dar las diez, esperaba a su “amante” en la calle Victoria. Llevándola del brazo, visitaba los mejores lugares de entonces, como el hotel Hilton, la cafetería de la esquina o el casino...

Por ser un maniquí de cera, con cabello, cejas y pestañas naturales insertadas uno por uno, Chonita requería una serie de cuidados especiales, además de aquéllos propios de cualquier persona, como es el baño con champú. En una ocasión llegaron a la tienda, ya ubicada en la esquina de las calles Ocampo y Victoria, unos judiciales con la orden de hacer una investigación,

Tanta fue la insistencia, que el maniquí fue sacado, envuelto en una bata y con una toalla cubriendo su cabello. Se les permitió revisar sólo el rostro, encontrando que era de cera con perfectos ojos de cristal. Sin una prueba del delito se marcharon aún dudosos. El hecho se difundió por los medios, lo que sólo logró acrecentar la leyenda.
Lo cierto es que actualmente, algunas empleadas cuentan que Pascualita da paseos nocturnos o derrama de lágrimas, y dice la tradición popular que mirarla fijamente a los ojos en horas nocturnas puede provocar que su fantasma te acompañe durante un tiempo indefinido...
Leyenda o no, es una imagen fascinante, que observada en la nocturnidad,la luz de la luna hace resaltar a una diminuta araña deslizandose sobre el blanco de su vestido y es cuando la siniestra leyenda produce escalofríos...
------------------------------>Zuicidio
q mieddoo
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