En el otoño de 1699, el rey Carlos II y su consorte Mariana pasaron una temporada en El Escorial junto al resto de la corte y, como sintieron un majestuoso aburrimiento,optaron por un jueguito nuevo y original consistente en que algunos féretros reales serían cambiados de lugar. la reina Mariana, llena de curiosidad, ordenó abrir el féretro de su predecesora, María Luisa de Orléans,muerta de peritonitis años antes y el cadáver de ésta se halló en tan mal estado que la nueva reina estalló en carcajadas burlonas...El rey Carlos -al que llamaban el Hechizado,por su tara mental debida al incesto de sus padres y abuelos-mandó abrir,por su parte, el féretro de la reina madre, Mariana de Austria, y encontraron su real cadáver tan putrefacto que todos tuvieron que salir de ahí al instante... Para volver a jugar con los cadáveres horas más tarde,cuando la cripta se hubo ventilado,y es que un aburrido y gris otoño en Madrid ,puede provocar severos estados alterados en las mentes monárquicas...
Tenía miedo de los monstruos... Temía su anormal tamaño, sus ojos incidiosos, su capacidad de destruir.pero sobre todo le aterraba su viscosa necesidad de los otros...Y por eso sabía que "eso", o quien quiera que fuera ese ser monstruoso, nada bueno iba a traerle...
El señor Dufferin,embajador británico en Paris,estuvo obsesionado durante unos meses debido a las extrañas visiones que había tenido de modo recurrente,de un hombre arrastrando un ataúd en la espalda,por todos los viejos pasillos del edificio de la embajada.Fué de tanta gravedad el desconcierto de el diplomático,que contaba a quien se le pusiera enfrente sobre el fantasma del ataúd,,que la misma reina le recomendó al embajador asistir a terapia o tomarse unas vacaciones. Y lo hizo,se tomó unas vacaciones en Nueva York con su esposa,y ahí fué donde,en el hotel Plaza,donde se hospedó,que se se encuentró con el mismo hombre de sus visiones,pero ahora era el botones encargado del funcionamiento de un ascensor, y ante esa visión tan aterradora, se nnegó a subir al elevador y en pánico total,se dió a gritar como un demente alertando a todos contra el asensorista. La policía llegó,detuvo al diplomático,y mientras se aclaraba el lío,el elevador cerró sus puertas y empezó a subir...Hasta que ocho minutos después,un ruido horroroso detuvo por segundos el corazón de los presentes: un mal funcionamiento del ascensor causó su estrepitosa caída,emviando a varias personas a la muerte...Después de esa desgracia,el señor Dufferin volvió a Paris,y jamás volvió a tener más alucinaciones...
Isac Kandvichy se sabía todos los clásicos de memoria,y por ello todos deseaban compartir litera con aquél judío en Auschwitz-Birkenau...Y es que él era como una biblioteca viviente en el campo,que paliaba el miedo a estar vivos y muertos de sus compañeros. Por ello,cuando entró en el horno crematorio, los otros presos se desesperaron ante esa pérdida tan doliente y tan inmensa... La espesa y negra nube de humo y la desorbitada cantidad de cenizas sorprendió incluso a los alemanes de los barracones... Y es que con Isac,desaparecieron todos los libros hebreos...Pero sobre todo,ardía un hombre...
