"...Kant estaba tan débil que la cabeza le caía sobre las rodillas y él se doblaba sobre el lado derecho de la cama...
Le arreglé los almohadones, para levantarle y sostenerle la cabeza, y luego le dije: Ahora, mi querido señor, ya estáis en orden. Grande fue nuestro asombro al oírle contestar en voz clara y audible, la frase militar latina: "Sí, testudine, et facie...", y en seguida añadió: "...Listo para el enemigo, y con el equipo de batalla..."
...Las facultades de su inteligencia se consumían bajo sus propias cenizas; pero de vez en cuando, salía una llamarada en sus ojos, como para indicar que el rescoldo no se había apagado.
Daba la impresión de un fantasma de siglos pasados...
Al fin, la lucha había terminado; todo el sistema estaba por completo minado y sometido a un proceso disolutivo tan rápido como proporcionado...sumido en el marasmuss del moribundo, y el aspecto cadavérico (la facies Hippocratica) se había apoderado de él.
El día 11,tenìa la mirada fría y vidriosa,y cualquier líquido que se le hiciese tomar pasaba por su estómago con un ruido especial, como ocurre con los moribundos; y todos los síntomas de la muerte aparecían en él.
Quise permanecer con él hasta que todo hubiese terminado, y así como había sido uno de los más íntimos testigos de su vida, serlo también de su marcha...
A la una de la madrugada hizo un movimiento de sed hacia la cuchara, por lo que le di una pequeña porción de vino y agua azucarada; pero los músculos de la boca no tenían fuerza para retenerla, de modo que para prevenir que se derramara se llevó la mano a los labios, hasta que se oyó que tragaba.
Pareció que deseaba más, y seguí dándole, hasta que dijo con voz apenas perceptible:
Basta ya... y falleciò"
Thomas de Quincey
Esto fue lo ùltimo que Immanuel Kant dijo: "Basta ya!"...
------------------------------->Zuicidio
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