10/20/2010
Je suis une dame....
El director de Le Figaro,en Paris, no sospechó de la hermosa y elegantísima esposa del ministro de Finanzas de Francia, que entró a su despacho, lo saludó brevemente con la cabeza y sin pestañear,le disparó seis balas en el pecho al hombre, con su pequeño revólver browing. Luego, Mme.Caillaux se inclinó sobre el cuerpo, le escupió el rostro y se sentó,impasible, a observar su escarmiento ...
Henriette había sido amante de Joseph Caillaux, y vivió en un pisito discreto, donde el político que estaba casado, la visitó tres veces por semana durante una década. Finalmente el hombre se había divorciado y ella era la legítima segunda esposa del Primer Ministro francés.
Muy pronto el paraíso de Henriette y Joseph comenzó a sufrir embates de los enemigos políticos de este hombre con una feroz campaña de desprestigio y Calmette, el sensacionalista editor de Le Fígaro, fué el periodista más virulento en sus ataques al Ministro.
El “malheur de malheur “ llegó cuando Calmette publicó unas cartas entre Joseph y Henriette; letras de amantes, escritas diez años antes que la mujer se convirtiera en esposa. Allí estaban, infieles, desnudos ante la opinión pública y heridos por los comentarios mordaces y despiadados del periodista. Joseph se resignó. Le Figaro había roto una regla de caballerosidad no escrita, pero esa intromisión en la vida privada no estaba penada por ley. Para Henriette fue el colmo de la humillación,pero ella iba a detener esos atropellos contra su honor.
El 16 de marzo de 1914, la asesina tomó un auto de alquiler y se dirigió a las oficinas del periódico. Luego de silenciar para siempre al periodista, se dejó apresar sin resistencia. Eso sí, cuando los trabajadores del diario intentaron tomarla del brazo, Caillaux dijo: “No me toque… Je suis une dame!”
---------------------------------->Zuicidio
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