Acaso despedirse de la vida sea contar los libros que nos quedan por leer en las cálidas tardes de la vida...Quizá estas tibias páginas cotidianas nos den las imágenes de lo que nunca fué: encuentros soberanos con la luzo con ese misterio fugaz de la hermosura o la voz de la bondad, o aquel poema, o la esperanza yque nunca nos mintió,y cierto instante encantado del crepúsculo, cuando los libros se incendian de sueños, y los cuentos se duermen en sus palabras...
Tal vez,al morir,algo que no duele,como duele la vida, queda latente en nuestros labios y en la última mirada de nuestros ojos:lo leído e imaginado... Como una luz suave inundando el alma, un gozo, una inquietud ante lo impronunciable, y la brisa que remonte la torre del jazmíny susurre leyendas de amor y de nostalgia....Algo invisible fluyendo a nuestro lado, el delirio estelar de un último libro, y la poesía del cosmos palpitando en su espera deslumbrada...
Feliz Diáda.
-----------------------------------------l> Zuicidio
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