Incordio...

En la era de los analgésicos no encontraban cura para el.
En el tiempo de los cirujanos,éstos no podían hacer nada.
En la meca de los antibióticos, no se supo que era ese vírus.
Con mal de amores, se le llevó a descansar en la tapia del cementerio, hasta que por fín le llegó la hora.
No había sitio en este mundo para el.
Por eso fue un incordio que se presentara en mitad de la cena, aún respirando pesadamente, dejando esos regueros de tierra por todo el salón. Por lo visto lo habíamos enterrado mal. Venía a quejarse. Antes de golpearle en la cabeza (y, por supuesto, atarle bien en esta ocasión) dejamos que se sentara con nosotros y tomara un plato de sopa. La verdad, nos pareció que se lo había ganado...

----------------------------------------> Zuicidio