De Prazeres a Montjuic...

... En Lisboa,dentro de las funerarias existe un "salón de muebles" pues para la sabiduría portuguesa, un féretro no es más que el último mueble que todos habremos de utilizar... Y en Catalunya,muchas urnas que son en realidad obras de arte de escultores reconocidos... Y claro,son también relicarios para guardar sólo un poco de ese polvo enamorado en el que todos nos convertiremos. Hay empresas catalanas que hacen diamantes hechos a partir de nuestras cenizas. Y en Portugal pintan camafeos donde llevar a diario a nuestros amados....Pero,cosa curiosa,tanto en Lisboa,como en Barcelona,se canta esa tonadilla de "...Qué bonito es un entierro con sus caballitos blancos y sus caballitos negros"...

Guapa la tonada, bien guapa, pero en Lisboa,las abuelas regañan a los chavales que la cantan,y en Barcelona,las avis,las enseñan a los nietos,entre risas y chanzas...

No se olvide que todos moriremos y que a todos se nos muere gente amada. Pero también pasa que un entierro es un acto social. Y es fascinante conocer que distintas concepciones se tienen en Lisboa,lugar donde nació mi padre,y Barcelona,lugar donde nació mi madre, de cómo vivir ese último paso fúnebre... No es lo mismo un servicio funerario en Lisboa que en Catalunya.

Portugal vive la muerte de manera tremendista y oscura. Ni mejor ni

peor, diferente. Será su alma celta, será la Santa Companha, pero resulta que es otra manera de vivirla, vestirla y amueblarla. Y el servicio funerario está desmenuzado severísimas funerarias.

En Catalunya,por contra, la muerte es ironía que sonríe displicente, pero que en lo interno se llo

ra tremendamente y se viste de blanco y silencios. Los catalanes tienen en la Muerte un punto de diseño,de creación... En Lisboa la Muerte también es sobria pero no posee ese punto lúduco,y la puesta en escena de los funerales es de una elegancia extrema en su negro absoluto,casi como un fado.

En Barcelona ,la atea,son escasas las misas,se entierra poco y se incinera mucho...En Lisboa mística,en cambio,las misas,novenarios y entierros son muestra de la religiosidad de los

.portugueses,a los que les preocupa mucho tener un sitio donde caer muertos.
Los portugueses actúan con suma elegancia,y los catalanes con máximo cariño, ante esa indefensión tan humana que provoca la Muerte. Y esto se nota en sus cementerios,por ejemplo el cementerio lisboeta de Prazeres es impresionante,porque en sus criptas los ataudes no suelen tapiarse con lápidas y son visibles desde fuera; incluso hay puertas abiertas que permiten ver féretros que llevan allí más de cien años, y todos las tumbas tienen preciosas vistas sobre el río Tejo,ahi se entierran a los héroes,a los bomberos y a los cantantes como Amalia

Rodrigues..

Y el barcelonés Montjuic: Vivo en su belleza mediterránea, el cementiri de Montjuic es una ciudad integrada a la cotidianidad catalana,donde se hacen conmemoraciones históricas y reivindicaciones libertarias,como pasa frente a la tumba de Companys o Durruti,o tantos otros revolucionarios catalanes sepultados ahi,y en con esa versatilidad catalana,tambien se hacen representaciones teatrales y conciertos nocturnos en el Fossar de la Pedrera, que adem

ás de cementerio o jardín, es lugar de encuentro de arte,historia e ideología para los vivos,como un ágora ...

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