12/17/2012

El decapitado...



















Uno de los rincones más bellos de Paris es el jardín de Trocadéro, creado en 1826 por el rey Luis XVIII para el solaz de sus dos sobrinos pequeños, y cuyo nombre –al igual que el de la gran plaza situada frente a la torre Eiffel- conmemora la victoria de la expedición militar del Duque de Angulema ,cuando sus tropas tomaron al asalto el fuerte situado en la isla del Trocadero, en la embocadura norte de la bahía de Cádiz. Pero sucediò que por caprichos de la historia, un anochecer del invierno del 66,el bisnieto de ese mismo duque,Andrè de Angulema,que venìa hasta las trancas de absenta y cocaìna,cruzò demasiado ràpido la curva cerrada del jardìn de Trocadèro,empotrando su moto Guzzi 599 CC 8 cilindros, en la valla de metal,que como una guillotina cercenò de un tajo limpio su cabeza que rodò unos metros màs atràs entre los  verdes setos. Minutos despuès la policìa encontrò el cuerpo de Andrè en medio de un gran charco de sangre...pero de la cabeza,nada.
La buscaron durante semanas,hasta que concluyeron que algunos perros asalvajados del parque se la merendaron...Al duquecito lo enterraron con su cazadora de motero,pero sin su cabeza...
Y pasò entonces que al cumplirse justo el año de su muerte,poco antes de las doce de la noche, un centinela del parque viò algo espeluznante dando aviso a gritos a sus compañeros de guardia.
Fueron cinco guardias,armados y fornidos,franceses valientes,los que al momento en que los relojes de Paris anunciaban lentamente,las doce,lo vieron salir del bosque aproximàndose a ellos... Y qué silencio!  Los guardias sintieron primero un repentino escalofrío e instintivamente acercaron una mano a sus respectivas pistolas.
El reflector  de la Eiffel iluminò algo horrible: los guardias miraron con sorpresa y repulsión la cabeza ensangrentada que el el decapitado llevaba en la mano...Su cuerpo vestido con zamarrada de piel al uso de los moteros,caminò despacio,algo confuso hasta que se detuvo a unos diez metros del grupo de vigilantes,y dejò la cabeza ensangrentada en un baldoquin,frente a ellos. El decapitado,entonces echò a andar hacia la fronda,perdièndose entre los àrboles...
Cuando los guardias se despabilaron del estupor,dieron aviso a los Angulema de que se habìa encontrado la cabeza perdida de su muerto,tras lo cual exhumaron pusieron la testa en su sitio y volvieron a enterrar al duquecito...
Pero se dice,que a veces,en el jardìn del Trocadèro,en las noches màs oscuras de Paris,y cuando el silencio se enxtiende como un denso frìo,se ve deambular por entre las sombrìas frondas a un horrendo fantasma decapitado...

--------------------------->   Zuicidio

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