...Nunca más volvieron,
los vivos.
Desde entonces ya no hubo flores
ni baúles con especias,
ni la luz posó sus labios
en los membrillos del aparador.
Y en vez de vida
fue el silencio,
la humedad,
el tremendo cansancio
fluyendo de los frascos de perfume.
Desde entonces
por la tarde se me cae el alma
en un charco de polvo.
Y por la noche
agrieto con los nudillos
el ventanal del ático...
------------------------------> Zuicidio
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