9/07/2013
Nueces...
De la nocturna nogaleda,salieron corriendo dos ladrones cargados con cuatro gordos costales de nueces. Al escuchar el grito del velador,saltaron el muro del cementerio para esconderse,dejando en la carrera dos costales tirados en el camino.
Tomando resuello se pusieron a contar en botín de los dos costales que lograron conservar.
Desde el campanario de la iglesia,el sacristán divisa dos sombras entre las tumbas,que le parecen horrendas...Y su corazón se espeluzna cuando las escucha murmurar:
-Una para ti, una para mí, una para ti, una para mí...
Aterrado,el sacristán corrió a despertar al cura y le explicó,gimoteando, y a su manera, tal horror:
-Señor cura! ...Confiéseme porque moriré...He visto a dos diablos conversando en el cementerio!... Se repartían las almas de los difuntos...!
El cura incrédulo,decidió ir a comprobar tal disparate. Y fueron los dos sigilosos hasta la puerta del panteón,pero el miedo les impidiò entrar,así que mejor se quedaron tras el muro,escuchando..
Pasó que los ladrones ya habían terminado de contar las nueces,mientras trituraban algunas con crujidos crispantes,y masticaban con las bocazas repletas,uno al otro le dijo:
-Ve a traer los otros dos que se han quedado detrás del muro...
Creyéndo que hablaban de ellos,el cura y el sacristán huyeron despavoridos...
Desde entonces a ese cementerio se le llama,en toda la comarca del Rosselló "Le Cimetière de l' mangeurs d'âmes",o el cementerio de los devoradores de almas...
------------------------------->Zuicidio
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