Llevaba ocho días de enterrado...
Pero al noveno, su viuda se decidió a abrir las ventanas de la casa y entró el sol con un brillo casi irreverente.
Por la tarde ella se miró al espejo, se vio pálida y se permitió un toquecito de colorete en las mejillas y los labios...
Un poco después,algo aburrida, puso un disco y la música sacó a empujones a la tristeza que había estado fermentando en la obscuridad de la casa cerrada.
Más tarde sonó el teléfono y atendió la llamada de un amigo, y hubo risas.
El olvido había empezado...
----------------------->Zuicidio
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