A mediados del otoño de 1940, apareció por la comarca del Millars un niño de etnia gitana. Andrajoso y hambriento, no supo dar razón acerca de su familia, ni tan siquiera llegó a decir su nombre. Los del pueblo,temerosos de que el niño fuera hijo de rojos ajusticiados, y que por brindarle cobijo y alimento,la guardia franquista los acusara de cómplices,lo evadían y ni la vista le daban... A pocos días amaneció muerto en la cuneta del camino, con huellas de haber sido atropellado por un coche,pero nadie dijo nada,porque el único con coche en el pueblo,era el cura...
Fue enterrado de noche, en un hoyo cavado de prisa,al lado del Cementerio de Segorbe...Y pasó que al novenario de su muerte,el fantasma del niño gitano fué visto,deambulando airado,por las calles del pueblo,y las gallinas,las cabras,los cerdos murieron,y luego los niños... Al séptimo óbito,las madres acongojadas fueron de rodillas hasta la tumba del niño gitano y le dejaron flores,juguetes,leche,pan y plegarias suplicándole que cesara su cólera...No lo hizo,hasta que, aterrado por sus popios demonios,el cura del pueblo subió al campanario,y se lanzó al vacío con una soga al cuello,mientras,misteriosamente, las campanas de la iglesia doblaban a muerto movidas por el peso de su cadáver...
Y a partir de ese mal día,a su tumba nunca le faltan flores y es cuidada y blanqueada por los mismos vecinos para evitar que el fantasma del niño gitano se enfade,pues hay quien ha visto al harapiento niño fantasma sentado sobre la tapia del cementerio,acechando al pueblo...
---------------------------> Zuicidio
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