"Cada uno de nosotros proyecta una sombra tanto más oscura y compacta cuando menos encarnada se halle en nuestra vida consciente. Esta sombra constituye, a todos los efectos, un impedimento inconsciente que malogra nuestras mejores intenciones".
"...ese poder oculto que mana
ininterrumpidamente
de nuestro lado más sombrío..."
ininterrumpidamente
de nuestro lado más sombrío..."
Doris Lessing
"Esta cosa oscura que reconozco mía."
William Shakespeare.
En la antigüedad los seres humanos conocían las diversas dimensiones de la Sombra: la personal, la colectiva, la familiar y la biológica. En los dinteles de piedra del Templo de Apolo en Delfos —construido sobre una de las laderas del monte Parnaso— los sacerdotes grabaron dos preceptos. En el primero de ellos, "conócete a ti mismo", los sacerdotes del dios de la luz aconsejaban algo que nos incumbe muy directamente: conócelo todo sobre ti mismo, lo cual podría traducirse como conoce especialmente tu lado oscuro.
La segunda inscripción cincelada en Delfos, "nada en exceso", es una máxima por la que sólo puede regirse quien conoce a fondo su lujuria, su orgullo, su rabia, su gula —todos sus vicios en definitiva— ya que sólo quien ha comprendido y aceptado sus propios límites puede decidir ordenar y humanizar sus acciones.
En estos tiempos,preferimos ignorar a la sombra, ese elemento que perturba nuestra personalidad. La religión griega, que comprendía perfectamente este problema, reconocía y respetaba también el lado oscuro de la vida y celebraba anualmente —en la misma ladera de la montaña— las famosas bacanales, orgías en la que se honraba la presencia contundente de Dionisos, el dios de la naturaleza.
Con el tiempo,la iglesia católica, se encargó de degradar al pagano Dionisos, a la figura de Satán, el diablo, la personificación del mal, que ha dejado de ser un dios arquetípico, a quien debemos respeto por lo que representa de nuestra mente,para convertirse en una caricatura roja,con pezuñas y desterrada al mundo de los ángeles caídos.
Pero a pesar del catolisismo,el encuentro con esa sombra es un puente que tenemos con el inconsciente para expandir nuestra identidad dando significancia a nuestras actitudes conscientes... Cuando mantenemos una relación liberta con la sombra, el inconsciente deja de ser un monstruo diabólico ya que, como decía Jung, "la sombra sólo resulta peligrosa cuando la ignoramos...".
Quizá restableciendo el contacto con nuestras capacidades ocultas dejemos de oscurecer la densidad de la sombra colectiva con nuestras propias tinieblas personales...
En la actualidad,se demoniza al "rebelde" que se aparta de la masa para seguir su propia senda. De este modo, los elementos perturbadores como el impulso contestatario hacia el poder y los cuestionamientos sobre la sombra que perturba la uniformidad social,son señalados como malignos...
----------------------------------->Zuicidio
No hay comentarios:
Publicar un comentario