12/14/2013

El piano de la difunta Adele...















Hay un solar abandonado,rodeado por una vieja tapia de madera y adobe,que es muy temido en Llera. Muchos vecinos viven aterrados por el sonido de un viejo y desafinado piano que quedó en el lugar y que suena durante las noches,con notas macabras que resuenan fúnebres por toda la quinta abandonada. Se cuenta,también,que unos fuereños entraron una noche,envalentonados por el aguardiente,a descubrir quien tocaba ese piano. Pero uno de ellos perdió la vida al rodar por las escaleras desastradas al huir en pánico siguiendo a los demás,que corrieron hasta la cuesta de Llera por el susto de lo que vieron...
La quinta de "La Flor" fué contruida al lado del río Guayalejo,por un viejo síndico petrolero, durante los años 50s del siglo pasado, para pasar sus vacaciones hasta que cayó en desgracia con el presidente en turno y fue metido a la cárcel,así que "La Flor" quedó abandonada. Muchos años después la compró una mujer gringa,Adele,que vino a Llera a casarse con el amor de su vida, Naborio, que decía ser escultor, pero que, en realidad, se ganaba la vida tallando lápidas funerarias, con fama en todo Tamaulipas de ser el "artista del cementerio", y que después de la boda puso su taller en la quinta. Poco les duró la dicha,pues Naborio murió meses después cuando se le vino encima una pila de lápidas de cemento que lo aplastaron. Entonces fué que la viuda Adele se puso a dar clases particulares a los niños de Llera. Aun recuerdo cuando mi mamá me llevaba a mi clase de inglés y de piano con la "Gringa" Adele,-a la que debo mi gusto por Chopin y Mozart-. Luego tuvo a su hija,que creció sana y bonita,jugando a la orilla del estero,mientras Adele nos enseñaba inglés o las primeras notas en su viejo piano.
Y entonces  sucedió la tragedia: Al río, que ese mal día venía crecido,cayó la niña,y advirtiéndolo la madre aterrada demasiado tarde, echó a correr hacia el agua y se arrojó a salvarla...sus cadáveres fueron encontrados tres días más tarde aguas abajo del Guayalejo...
Y así la quinta,que antes fuera una morada solariega y hermosa,se conviertió en un lugar abandonado...y macabro. Y es que los vecinos empezaron a escuchar,todas las noches, el viejo piano de la "Gringa"...Otros dicen que han oído el llanto de un niño...y hay quien cuenta que ha visto a Adele recorriendo los oscuros rincones de la casa y entre la maleza, en el fangoso estero de su patio...
Comparada con la mayoría de fantasmas, Adele es un espectro bastante culto. Su pálida figura siempre deambula acompañada por melodías musicales de Chopin, según cuentan los asustados vecinos que dan fe de ello y que han observado muchas veces esta aparición nocturna en la casa,hacia la una de la madrugada,cuando se le puede ver cerca del río,envuelta por una neblina de color azulado y deslizándose hacia la quinta, sin que puedan vérsele las piernas. Luego, en medio de la noche, llega hasta el destartalado y polvoso piano,e inicia el aterrador concierto,tocando con sus dedos de bruma, la "pavana para una infanta difunta" de Ravel,que parece ser su pieza favorita...

 -------------------------------------->Zuicidio

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