Era una noche muy oscura y lloviznaba. Woodrow Derenberger manejaba su camión por la carretera que llevaba a las colinas de Parkersburg,Virginia. Derenberger era un hombre viejo,pero lúcido y sano, pero se sobresaltó cuando un auto negro lo rebazó a alta velocidad y de súbito bloqueó el camino obligando al viejo a detener su camión frenando a duras penas. Cuando Derenberger apenas se recuperaba del susto,vió bajar del auto negro a un individuo tenso,de movimientos extraños,y de traje oscuro, y cuyo rostro iluminado por los faros del camión mostraba una enorme y aberrante sonrisa que estremeció de miedo a Derenberger... Entonces,ya cerca de la ventanilla del camión, el ser habló sin modificar un milímetro la horripilante sonrisa, y lo que dijo a Woodrow Derenberger con voz gangosa y casi telepática fué:
-Mi nombre es Indrid Cold. Y lo visitaré de nuevo...
Extrañamente,ese ser fue visto esa misma noche por varios residentes de Virginia y Nueva Jersey, antes de desaparecer tan misteriosamente como apareció.
Como lo atestiguaron James Yanchitis y Marvin Muñoz que caminaban a casa ese 11 de octubre de 1966, cuando James de pronto detuvo a Marvin con fuerza y miró sobre su hombro, "¿quién es ese tipo tras de tí?", preguntó. Su voz tembló al darse cuenta de que la reja que los separaba del hombre estaba justo sobre una barranca de 10 metros de profundidad. El hombre estaba agarrado a la reja y viéndolos con una sonrisa esperpéntica y una mirada demencial.
Mientras miraron sorprendidos al extraño, no lograron encontrar nariz u oídos en la figura, de hecho, no había nada más en su rostro aparte de sus ojos brillantes a la luz de la luna llena y la sonrisa sobrenatural que tenía en el rostro mientras mascullaba:
-Soy Indrid Cold y vengo por ustedes...
James y Marvin saleron corriendo mientras el Hombre Sonriente flotaba sobre la barrnaca.
Keel entrevistaría también a otra aterrada testigo en Virginia del Oeste, que dijo que el hombre sonriente se había materializado en su habitación, acompañado por el sonido de un bebé llorando. La mujer llamó a la policía y fue hallada histérica unos minutos después. Tras el incidente se rehusó a dormir sola.
Pero Keel no encontró información sobre Indrid Cold, o su identidad, y nunca descubrió que o cuáles eran los objetivos de ese ser o sus intenciones. Hasta el día de hoy, los breves encuentros con el Hombre Sonriente prmanecen como unos de los más aterradores y misteriosos en su tipo...
-----------------------------------Zuicidio
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