Sólo los tipografos,en vez de tener un santo, tienen un demonio patrono. Se trata de Titivillus, un singular diablo medieval.
En un principio, Titivillus fue creado en broma por los monjes medievales para lograr un propósito serio. La naturaleza repetitiva de la vida monástica era desgastante. Los monjes solían dejar de prestar la debida atención a su trabajo y entonces mutilaban o se les escapaban palabras, cometiendo errores ortográficos. Era necesario recordarles que la falta de atención era un pecado. La primera mención escrita de Titivillus por su nombre apareció alrededor de 1285 en el Tractatus de Penitentia, de John of Wales. Y en el siglo siguiente, Petrus de Palude, el patriarca de Jerusalén,dijo que TitivilIus coleccionaba trozos de los salmos. Escurriéndose sigilosamente sin ser visto, registraba cada una de las barbaridades verbales que se decían durante los oficios religiosos. Y es que en el siglo XV los monjes deploraban los errores en la copia y en la escritura tanto como los que se producían en la lectura y en los cantos litúrgicos.
El diablo aquél seguía a los monjes después de la celebración de la misa para interiorizarse de lo que estaba fuera de regla en el aposento de los calígrafos.
Y fue lo que Titivillus hacía cuando escuchaba o veía un error, lo que le otorgó su condición demoníaca. Titivillus estaba obligado a encontrar diariamente suficientes errores para llenar mil veces su bolsa, los cuales bajaba al infierno, donde el Diablo leía cada pecado que era debidamente registrado en un libro con el nombre del monje que lo había cometido, para ser leído el Día del Juicio Final.
Se podría pensar que la búsqueda de errores por parte de Titivillus era tarea fácil. En The Cloisters Manuscript ("El manuscrito de los claustros", como se lo conoce en la actualidad, producido entre 1325 y 1328, quince santos fueron accidentalmente omitidos en el calendario, y los nombres de más de treinta de ellos contenían errores de ortografía. Ya seguramente una bolsa llena de errores para Titivillus.
No obstante, la presencia de este demonio tuvo su efecto. Los monjes rápidamente comenzaron a tener más cuidado, y alrededor de 1460 le era necesario a Titivillus merodear a hurtadillas, con la bolsa casi vacía, alrededor del sitial del coro, en búsqueda de algunos copistas que escrbieran torpemente,o en broma,o se quedaran dormidos sobre los textos,o bostezaran manchando de tinta los pergaminos, o no pararan de hablar o fueran demasiado lentos,o demasiado ràpidos y malhechos, o sencillamente no tuvieran buena ortografía..
Aún así, Titivillus se había quedado corto de pecados de literatura en los monasterios, y para 1475 se había tenido que rebajar a incurrir en las diabluras más deslucidas:
Andaba furtivamente en las iglesias donde tomaba nota de los nombres de las mujeres que chismeaban durante la misa. Pero el diablo debe tener su merecido. En algún momento del siglo XV cayó en la cuenta de que un diablo astuto tendría que poder seducir a los escribas para que duplicaran, triplicaran y hasta cuadruplicaran sus errores y no perdió tiempo en poner en práctica su plan. Al poco tiempo estaba embolsando tantos pecados como en siglos anteriores.
Los escribas, sobrecargados de trabajo debido a las increíbles exigencias de las universidades en materia de textos, negaban toda responsabilidad por los errores que aparecían en los manuscritos que tenían que producir con la mayor premura. El diablo, afirmaban, los había tentado para que cometieran errores y Titivillus, reconocido como el autor de sus erratas, se convirtió en patrono más que en una peste, ya que los absolvía de culpa y cargo.
Se dice que gracias al diablito la Biblia se completó en una sola noche,claro que repleta de erratas y errores garrafales....Titivillus, una creación de la era medieval en el amanecer del Renacimiento, rehusó la luz de la razón y su nombre rápidamente cayó en el olvido. Pero nadie lo había exonerado de sus tareas diarias. A medida que aumentaba la popularidad de la imprenta y mermaba la riqueza de la caligrafía, diversificó sus actividades. Ahora podían agregarse páginas al texto con una fe de errata sin límite alguno y con la coartada de que esos errores eran culpa del mismísimo diablo.. Los impresores eran inducidos misteriosamente a cometer una cantidad enorme de errores en las composición tipográpca por las tretas de Titivillus.
Y entonces, Sixto V, papa desde 1585 hasta 1590, aparentemente desconociendo a Titivillus, autorizó la impresión de la Biblia Vulgata traducida por Jerome. No queriendo correr riesgo alguno, el papa emitió una bula papal excomulgando en forma automática a cualquier impresor que le efectuara una alteración al texto. Ordenó que la bula fuera impresa al comienzo de la Biblia. Examinó personalmente cada hoja a medida que salía de la prensa. No obstante, el diablillo Titivillus fue mas astuto,y pasó que la Biblia Vulgata contenía tantos errores que hubo que imprimir correcciones que fueron recortadas y pegadas encima de los errores en cada ejemplar de la Biblia. El resultado provocó un sinnúmero de comentarios irónicos sobre la irregularidad de la infalibilidad papal, y el papa Sixto no tuvo otra opción que ordenar la devolución y destrucción de la totalidad de los ejemplares.
No obstante, según se dice, uno fue preservado como homenaje a la diabólica obra de Titivillus.
Desde el Renacimiento, los libros, y más recientemente los diarios, han abundado en errores tipográficos que carecen de explicación aparente. Pero es evidente en quién recae la culpa. Quién más podría haber hechizado con tanta maestría a los editores del Oxford English Dictionary, que durante el último medio siglo en cada edición de este trabajo eminente, se hacen varias referencias incorrectas en la página donde se menciona a Titivillus, curiosamente...
En fin,que el fácil acceso actual a la redacción en los teclados de los ordenadores,tabletas y móviles debe alegrar a Titivillus que debe estar pensando que han regresado los buenos días de antaño,donde cargaba sus costales de erratas y malas ortografías para llevarse a los pecadores derechito al infierno...
--------------------------Zuicidio
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