Los cristianos y católicos gustan de bombardearnos con sus rituales y sus folclores. Y es que resulta que ya adultos,antes monaguillos vergonzantes, se solazan compartiendo el terror que desde su atormentada niñez los acosó al ver en la tiniebla infantil de la iglesia esos santos, esas pústulas, ese aroma a incienso rancio y a sudor de cura pedófilo que encoge el estómago más curtido...Embutidos en sus ridículos trajes de marinerito, los pobrecillos fueron tragando saliva, hostias y jugos sacerdotales,y es de lo más lógico que sus conciencias se desquiciaran de espanto al mirar de reojo a aquella señora que desde un altar lateral les contemplaba con los ojos arrancados en la mano; al Tío Barbas ese de la capucha con llagas en las piernas que se las lamía un perro; la Muerta sin Tetas que aparece con una cuchilla y los senos sangrantes en una bandeja, o la carne de momia, cual Pata del Mono, del brazo incorrupto de San Vicente que aún se pueden ver y gratis en la catedral de Valencia...por no hablar de ese ser tan jodepu que sale vestido de verdugo inquisidor cada Semana Santa medio empipado y dispuesto a tomar la calle con sus cofrades mazokas, a punta de látigazos... Menuda nómina de figurantes para una película de terror la de estos católicos,y a tanto,que hasta da la idea de que a su dios se le fué feamente la olla y es un hiper-psicópata cósmico,con un megasadismo plus ...Y crecieron los pobres así,con terror del de verdad, de que si no se hincharían ante esos seres purulentos de yeso,se irían al infierno por malandrines...(lapsus:donde dije hincharían,debe decir hincarían,mardito roedoré...) En fin,que estos católicos hacen un buen gore de sus martirios,y es que veinte siglos de experiencia manteniendo acojonado a medio mundo les avalan...
------------------------------------------->Zuicidio
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