Miguel Puig sirvió otra vuelta de cava y me dijo que estaba conmemorando los setenta años de su fusilamiento. En 1939, un pelotón de falangistas había acabado con él, por orden del dictador Franco.
-Tengo noventa y dos -dijo Miguel- pero no me doy cuenta...
Me contó que tenía la costumbre de despertarse antes del amanecer, y que no bien abría los ojos se ponían a cantar, a bailar y a zapatear, y que a los vecinos eso no les gustaba nada.
Yo quería darle el tomo final de Memoria Histórica. Miguel funciona como eje de ese libro: la historia de sus once muertes y sus once resurrecciones, todo a lo largo de su vida peleona. Desde que nació por primera vez en en Badalona,, Miguel es la más certera metáfora de Catalunya. Como él, esa tierra catalana ha muerto y ha nacido muchas veces. Como él, sigue naciendo.
-Pero de eso -me dijo- más vale no hablar. Los católicos me dicen que todo ha sido por castigo de dios... Y los comunistas libertarios de la FAI, mis camaradas, me dicen que todo ha sido por pura coincidencia...
Le propuse que fundáramos juntos el anarquismo paranormal: mitad razón, mitad pasión, y una tercera mitad de misterio...
Y seguro es que le ha gustado la idea,porque desde ese momento se han incrementado los polltergesist de la casa...
-------------------------------------------->Zuicidio
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