No sabe cuándo Átropos cortará su existencia, quizás sólo le quede el batir de alas de una mariposa o los largos inviernos de un elefante, quizás ni ella misma sepa cuándo dar fin a esta cáscara en la que la crisálida ha muerto ya hace tiempo. Ha cumplido con las otras dos: Cloto, sonriente le ha visto nacer entre guirnaldas de ilusión y utopías frescas, Láquesis aún le muestra su rictus pretor mientras cree dirigir los actos cotidianos.
Sólo falta ella, la que ovilla. la que ahora es lana negra; la que perpetúa una agonía que no quiere continuar. Si pudiese convencerla, obligarla a cortar algo que debería haber sido cortado hace tiempo –casi al instante del nacer.
La rueca y la pluma descansan en el suelo mientras se nece vacía la balanza que ostenta la tercer parca.
Le suplica que extinga el alma que se pudre sin otro destino bajo su mirada. Ha cavado su propia fosa hace tiempo y grita su nombre con prisa y desesperación...Átropos,ven por mi...!
Nada costaría el satisfacer su ruego pero la maldecida Moira se resiste al deseo que le consume, que le ahoga, que le atormenta...Córtala por favor.. córtala... suplica la desolada.
Átropos se niega: La Moira jamás ha cortado los hilos de los suicidas,son ellos los que por sí mismos arrancan el hilo...Por ello,Átropos permanece sorda,inmóvil...esperándole.
--------------------------------------------->Zuicidio
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