5/26/2014

La muerte huele...

La próxima vez que un extraño 
me hable mientras esté solo,
lo miraré sorprendido
 y susurraré: Puedes verme?
William S. Burroughs







“La muerte huele”. Esta declaración, formulada con la altivez granítica de una sonriente Parca, fue hecha por William S. Burroughs, que añadía: “Quiero decir que tiene un olor especial, por encima del olor de la carroña, del cianuro, la sangre, la pólvora y la carne chamuscada”...
Burroughs, (San Luis, Misuri, 5 de febrero de 1914 - Kansas, 2 de agosto de 1997), fue uno de los nietos ricosdel fundador de la compañía de la máquina sumadora Burroughs. William fue educado en Harvard antes de hacerse amante  de Allen Ginsberg, volviendose ambos  de las principales figuras de la Generación Beat.
Mito de la contracultura, maldito, transgresor, fue ícono de los artistas de la periferia: mal escritor, pésimo pintor, duro y poético, amante de las armas, enganchado a las drogas,se autoprtoclamó padrino del punk- a pesar de que a Burroughs no le gustaba esa música,pues le gustaba el ‘blues’, Leadbelly, Billy Holliday-,pero fue ejemplo,como un rebelde buceador del subsuelo que llamaba a la rebelión y decía que el lenguaje era el virus del poder.Ídolo de rockeros post-punk, como Dead Kennedys, David Bowie, Kurt Cobain,  y Sonic Youth,se le acredita como la fuente de los términos de la cultura pop como blade runner, heavy metal y soft machine
Haciéndose ver como un nihilista vengador,fue en realidad un agujero negro de desprecio de sí mismo, hundido en la profunda misantropía, hizo del delito seña de identidad. Politoxicómano, adicto a la heroína, amante de las armas y homosexual –cuando era delito—, nunca ocultó sus fantasías pederastas. Aunque también tenía una pasión física por Ginsberg,infatuado en su helada homosexualidad.
Por su adicción a la heroína y sus escritos sobre las drogas fue apodado El Papa de la Droga, irónico,pues Burroughs estaba obsesionado contra el control y por muchos años  él mismo fue controlado por su adicción.
Adicción que causó dos tragedias en su familia:  En 1951, mientras jugaba borracho en México, disparó una bala en la cabeza de su mujer. (“La conclusión es que nunca me habría convertido en un escritor de no haber sido por la muerte de Joan..." - y agregaba con un dejo de cinismo- "Hay errores demasiado monstruosos para el remordimiento”). Y en 1981, su hijo, Billy Burroughs, que había tratado de emularlo, murió de un alcoholismo agudo.
 Al final de su vida, Burroughs se ablandó un poco,pues se integró a la Iglesia de la Cienciología, y tomó un hoby que lo retrata entero: siendo un ávido fetichista de las armas,  se dedicó a la “pintura a disparos”, realizada mediante disparos a una lata de pintura colocada frente a un tablero de madera.
Sus últimas palabras, garabateadas en un diario poco antes de su muerte en 1997,fueron  ley para esos escritores outsiders, músicos y artistas oscuros compartían un mismo fuego y bailaban en torno a la figura de Burroughs, quien parece hablarles como si fuesen ellos los destinatarios de su obra: “A todos los escribas y artistas y practicantes de la magia a través de los cuales se han manifestado estos espectros…debo decirles que nada es verdad... Todo está permitido”.
......................................Zuicidio

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