Corazón de poeta...

Mary Shelley fue la autora de uno de los más famosos monstruos de la literatura: la criatura de Frankenstein, construido a partir de piezas de cadáveres. Cuando Mary murió, entre sus pertenencias se encontró un bello volumen, encuadernado en suave zapa, que contiene el poema Adonais, una de las obras más brillantes de su marido, el poeta romántico Percy Shelley.
En el interior del libro, envuelto en un pedazo de seda, estaban los fragmentos que quedaron del frágil corazón del poeta, como una confirmación de lo que había sido la verdadera leyenda ...
Pasó que las posiciones políticas de Shelley, su defensa del ateísmo y el hecho de que vivía con Mary Godwin, cuando estaba casado con otra mujer, en una sociedad victoriana completamente intolerante, llevaron a Mary y a Percy al exilio ya que no  los dejaron estar a gusto en Inglaterra.
Percy se casó con Mary, por fin, en 1816, después de la primera esposa de Shelley se había suicidado ahogándose, de modo que los Shelley vivían en Italia, en una villa cerca de Lerici.
Pero la tragedia llegó para ellos el 1 de julio 1822, cuando Shelley decidió salir con su barco (Ariel), planeando ir a Pisa, donde se encontraría con Lord Byron,su entrañable amigo.
Y para no retardar el viaje, Shelley y sus compañeros decidieron hacer caso omiso de las señales de la tormenta que oscurecían el horizonte y hacerse a la mar.
Fué esa  la última vez que Mary le vio con vida.
Pasaron los días y el barco vacío volvió a la costa,pero no se encontró ningún cuerpo de la tripulación en el Ariel.
 Mary y sus hijos se fueron  a Pisa con el capitán Trelawny - un amigo de Shelley, para navegar  toda la costa italiana en busca de cadáveres.
Diez días después de la tormenta, tres cuerpos fueron encontrados en diferentes lugares y Mary se apresuró a tratar de reconocerlos: A pesar de su mal estado, fue posible reconocerlos por sus ropas y pertenencias.
En ese tiempo, en Italia todavía  estaban en vigor las normas de cuarentena estrictas que impedían que los cuerpos que se encontraron en las playas fueran trasladados a otros lugares. Así que todos los cadáveres fueron enterrados en la arena en el lugar donde fueron encontrados, cubiertos con cal y flores.
Shelley y sus compañeros,cubiertos con cal y enterrados en la playa, podrían haberse perdido para siempre,pero después de negociar con las autoridades locales, el capitán Trelawny  consiguió el permiso para incinerar los cadáveres y llevar las cenizas. Envío de construir un crematorio portátil, de hierro,y empezó la cremación. (Lord Byron - quien se había unido a la búsqueda, aseguró en ese momento que si su destino era similar, deseaba ser enterrado donde cayera y se le  dejara tranquilo sin el terrible acoso de una esposa tan enamorada... Desde entonces Mary le dejó de hablar).
Así fue que el 16 de agosto de 1822, más de un mes después de la tormenta fatal que le robó la vida a los 29 años, los restos de Percy Shelley se retiraron finalmente de las arenas de la playa y se colocaron en la pira del crematorio portátil.
Intensas llamas comenzaron a consumir el cadáver del poeta, mientras que sus amigos alimentaron las llamas con ofrendas de vino, sal y aceite de oliva.
Todo transcurría tristemente,cuando de pronto, el capitán Trelawny vio el cuerpo del poeta con una fisura, dejando al descubierto su corazón, intocado aún por las llamas.
Actuando por impulso, Trelawny extendió la mano y quemándose, logró tomar el corazón, ocultándolo entre su ropa. Sin ser descubierto, vio el resto del cuerpo consumirse hasta convertirse en cenizas,que se guardaronn en una urna de nogal,para ser llevadas luego al cementerio protestante de Roma, donde Mary Shelley pensó para ser enterrado en una tumba,adornadas con frases Shakespeare, al lado  de un misterioso sepulcro vacío...
Sobre el corazón del poeta, Trelawny  se lo entregó  a Mary Shelley, que lo mantuvo hasta su muerte.
En 1880, la tumba junto a la Shelley fue finalmente ocupada: el cadáver de una mujer inglesa muerta en Inglaterra fue transportada a Roma por Trelawny...era Mary. Y los fragmentos del corazón de Shelley, con el polvo de los años, se colocaron en la tumba de aquél cuerpo.
Y aunque este asunto estuvo enmarcado en el halo de romanticismo que caracterizó a toda la obra de los Shelley,muchos expertos médicos aseguran que el "corazón" era en realidad un hígado...

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