La irrepresentable muerte, obligado término del destino humano, y sus deseos, ese de los que se les hizo de noche cantando quejumbres mortales,esa noche que sólo Posada, como pocos artistas, ha trascendido en
El arte de Posada,un deslumbrante panteón en medio de frío aterrador de los años de la pre-guerra mexicana,trazado en las bien delineadas tumbas infernales de lo cotidiano, rebasó fronteras y hoy es entrañable en todo el mundo, del mismo modo que a los grandes muralistas mexicanos. Sus dibujos de sátiras costumbristas,y de crítica socio-política se han vuelto distintivas de lo mejor de lo mexicano.
Su calidad como grabador lo llevó a ilustrar también, historietas, anuncios de festividades, plegarias, cancioneros, leyendas, cuentos y almanaques, destacando La Gaceta Callejera y las hojas sueltas que incluían imágenes e información resumida de carácter diverso sobre "acontecimientos de sensación".
Las ideas de Posada eran de clara índole anarquista y, al servicio de ésta dibujó caricaturas y bocetos satíricos para denunciar los sufrimientos de su pueblo bajo el yugo del dictador Díaz y de los grandes terratenientes. Y por ello, fue perseguido y atacado, debido a que siempre hizo una crítica ácida y una denuncia puntual de las atrocidades e injusticias cometidas por el régimen que gobernaba el país. Se hizo muy amigo de los hermanos Flores Magón,e inspirado por ellos,se especializó en las sátiras de los políticos más influyentes de la época,que le costaron la cárcel más de una vez. Cuando estalló la Revolución mexicana en 1910, el maestro Posada trabajó única e incansablemente en la prensa dirigida a los trabajadores,ilustrando corridos, historias de crímenes y miserias políticas y para el esparcimiento y alegría del pueblo,ilustró cuentos de milagros y de aparecidos, y sus famosas Calaveras- versos con alusión a la muerte que se ilustraban con esqueletos chocarreros-, que no fallaban el día de Difuntos, caricaturizando al que le diera tema,ya fueran revolucionarios, políticos, fusilados, borrachos, peladitos, bandoleros, catrines, damas elegantes, charros, patrones y obreros... Posada desnudó a la muerte de su viejo manto negro,y le dio elegantes ropajes de color,le dio un sombrero de flores, y una sonrisa para aliviar a un pueblo hundido en el pesar y el miedo.
Sus calaveras vestidas de gala,o portando cananas,o bailando en la barriada,montadas a caballos, o en bicicleta, no pierden el sentido dramático de la muerte,pero también cobran un matiz irónico,donde la riqueza y la miseria se igualan en un anarquista camposanto,donde las calaveras conviven en una fiesta donde todos,ricos y pobres,obreros y patrones,mujeres y hombres,o jóvenes y viejos,todos son igualados por la libertaria Calavera garbancera...
---------------------------------------->Zuicidio
No hay comentarios:
Publicar un comentario