1/04/2015

El trampero loco del Río Rata...







Un hombre taciturno y de mirada hostil llegó a Fort MacPherson, durante el verano de 1931,cruzando el extremo sur del delta del Mackenzie en un cayac. Muy taciturno y con fríos ojos azules,dió el nombre de Albert Johnson, de profesión trampero, a los censores canadienses que se apostaban en las márgenes del Rat River.
Pero Johnson no se molestó en obtener la licencia de trampero,y de dió a construir una cabaña de más de diez metros, con una buena vista en 3 lados hacia el río.
Con la llegada del invierno,la temporada de caza entró en su apogeo,pero algunos de los vecinos de Albert notaron que sus trampas habían sido boicoteadas.
Quien sino un loco podría liberar a los animales de las trampas,sabiendo el precio que tenían esas pieles? Y quién sino ese extraño recién llegado, que no hablaba con nadie, podía ser el culpable? Pensando así,los vecinos acudieron a la policía montada de Aklavik.
 A finales de diciembre,los alguaciles Burns y Bernard acudieron a la cabaña de Johnson para investigar el boicot a los cepos de los tramperos de la región y el motivo por el cual Johnson no había tramitado su licencia de trampero como todos los demás vecinos. Cuando los alguaciles de la Montada se acercaron a su cabaña notaron humo ondulado saliendo de la chimenea,así que llamaron y llamaron a la puerta muchas veces. Pero Albert no estaba de humor para recibir visitas...
Así que después de numerosos intentos de tocar y llamar a gritos al extraño sujeto,y con una temperatura de 40 bajo cero, y viendo que no llegaban a nanda con ese hombre atrincherado,y seguramente con una pistola, decidieron regresar a Aklavik para conseguir refuerzos.
Regresaron dían más tarde con 2 guardias más de la Montada y un civil voluntario,todos armados. Después de golpear  la puerta-según los policías-y sin aviso, de pronto sonó un disparo hiriendo de un rozón de bala a uno de los guardias. Por lo que los cinco hombretones se retiraron precipitadamente,latigueando a los perros de su trineo,en el camino de 20 horas de regreso a Aklavik,para pedir más refuerzos.
Así que para enero del 32,acudieron  9 hombres bien armados,con 42 perros y 9 kilos de dinamita... La pandilla de los policías de la Montada estaban decididos a darle su merecido a ese tipo que no había sacado su licencia de trampero y no abría su puerta para invitarles un buen trago de bourbon,y por ello traían un plan:  Una vez que sus posiciones eran seguras en el perímetro de la cabaña, descongelaron la dinamita y la arrojaron a la casa de Albert sin más.Una enorme explosión arrancó el techo y toda la estructura de madera se vino abajo en astillas...

Tal parecía que el loco no era ese trampero,sino los policías de la Montada,que cuando entraron a las ruinas de esa cabaña a retirar el cadáver,se llevaron la sorpresa de su vida:  en un momento,de súbito,  Johnson se puso de pie,saliendo de un agujero de zorro que cavó y cubrió con leños,y se puso a disparar sus 2 armas sobre los oficiales que aterrados corrieron a esconderse tras unas rocas del río, y así,después de un asedio de 15 horas ya sin alimentos,y totalmente empapados,los policías se diaron por vencidos y se  regresaron a Aklavik a planear su próximo movimiento.
Mientras todo esto sucedía en la gente en el resto de las riveras del Mackensy hasta Toronto y Quebéc escuchaban los detalles en sus radios del primer reporte en vivo de una cacería humana,como si fuera una radionovela la leyenda del Trapper Mad de River Rat.
A mediados de enero fue enviada una tercera patrulla  . Pero esta vez Johnson había huido de su cabaña. Durante 2 semanas,con dos ventiscas y cerca de 50 bajo cero de temperatura, Johnson evadió a sus perseguidores,hasta que lo cercaron en un cementerio inuit, pero Albert se enfrentó a los policías en un tiroteo,hasta que atinó al corazón del guardia Millen,que murió en seguida. El caos que se apoderó de los policías en ese momento,fue aprovechado por Johnson para escapar escalando un acantilado en la oscuridad de la noche.
 La Policía Montada se estaba dando cuenta de que ese hombre era capaz de grandes hazañas y más astuto que todos ellos juntos. Los rastreadores inuit locales creían que el espíritu de un lobo,o de un oso,lo acompañaban siempre, pues en la persecución Johnson podía caminar con sus raquetas de nieve 2 millas por cada 1 milla que avanzaba un equipo de perros,a los que continuamente les rompía el rastro,pues sabía
volver sobre sus pasos,o andar en círculos cada vez más grandes para confundir a los rastreadores inuit y a sus perros para evitar ser capturado. Para esos momentos,ya había  cientos de hombres que lo estaban persiguiendo. Y aunque Albert tenía armas, no podía usarlas para buscar comida pues disparar le daría a sus perseguidores  su posición. Tenía medios para encender un fuego para cocinar lo que los alimentos que podía atrapar, pero de nuevo el fuego ayudaría a los policías. También tuvo que construir refugios en las ventiscas de nieve, seguramente sus ropas deben haber comenzado a mojarse por la transpiración o los elementos...Pero jamás encendió un fuego lo suficientemente grande como para secar su ropa o comer adecuadamente para resguardarse del mal tiempo,que rondó aquel invierno en los 50 bajo cero...
Aunque la mayor hazaña de Johnson estaba a punto de suceder. Johnson se topó con la mayor nevada del siglo en el Red River, cuyo torrente helado y furioso le impidió cruzar a Alaska, así que sin cayac y con el río a medio congelar, no tuvo más remedio que tomar una  única vía de escape que era atravesar la gélida montaña del Richardson en los altos picos del Yukon. La Policía Montada ya había cerrado los pasos a esa zona con dos retenes con 50 hombres armados en cada uno.Pero la rapidez de pensamiento Johnson se adelantó a la Policía Montada,que quedaron estupefactos de ver lo indómito de aquel hombre,y su terrible amor a la libertad,que lo llevó a escalar,durante una tormenta de nueve,los 7 mil pies de altura del .Richardson,sin equipo para escalada,ni comida.
Con nula visibilidad durante la tormenta de nieve, tratando de aferrarse a escarpados acantilados de hielo resbaladizo con sus manos adormecidas por el frío.
 Los guías inuit de montaña de la zona dijeron a la Policía Montada que era imposible escalar el risco en esa época del año, incluso con el equipo y la alimentación adecuada...Así que los guías,con un silencioso respeto,se retiraron de la persecución...Lo mismo sucedió con algunos guardias,que volvieron al calor de sus cabañas para narrar a los suyos la insólita historia del Trampero loco de Rat River...

Pero los alguaciles Burns y Bernard le guardaban mucho rencor,y no vivían contentos de haber sido humillados por ese trampero loco,así que cuando un cazador nativo contó de extrañas pistas al otro lado de las montañas,en el curso superior del río Eagle,en el Yukón, contrataron a un piloto de monoplano llamado Wop May,para arrinconar y cazar a Albert Johnson desde el aire...
Y así,el 17 de febrero 1932 Wop May desde su aereoplano descubrií al fugitivo en la parte media de una curva congelada del río Eagle, donde lo tiroteó sin más. Johnson trató de correr hacia un banco de rocas, pero no tenía sus raquetas puestas y no pudo.  Johnson fue asesinado por varios tiros,pero el disparo que lo mató fué a darle en el lado izquierdo de la pelvis en un ángulo agudo. Y otras balas pasaron a través de los tejidos vitales, los intestinos, y arterias principales, lo que llevó a su muerte. May aterrizó el avión, recogió el cadaver y volvió con el a Aklavik.  Ahí le tomaron fotos al cuerpo,las huellas digitales, encontraron en sus bolsillos más de dos mil dólares en efectivo, y algunas pepitas de oro... Nadie, nunca reclamó su cuerpo. Antes de llegar a Rat River, nadie había oído hablar de él. Durante toda la caza al hombre la Policía Montada nunca le oyó decir una sola palabra.Y se descubrió que Albert Johnson era un seudónimo y su verdadera identidad sigue siendo desconocida. Se enterró tiempo después en el cementerio del lugar,ante la mirada reprobatoria de todos los vecinos hacia la policía montada. Su tumba era evadida por los lugareños,pues en cierta forma se sentían culpables de una muerte tan absurda....después de un 150 millas (240 km) persecución a pie que duró más de un mes y varios tiroteos ,hasta el último,en el que Johnson, por no tener una licencia de trampero,fue asesinado...



-----------------------Zuicidio

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