Los cipreses son coníferas, que pueden alcanzar los 20 m de altura con un diámetro aproximado de unos 60 cm. De crecimiento rápido en los primeros años hasta vivir casi 300 años,con un porte muy elegante. Poseen un tronco recto y de corteza delgada,sus hojas son muy pequeñas y alineadas en parejas.
Florece a finales del invierno y en un mismo ejemplar se producen flores masculinas y femeninas; las masculinas forman conitos verdes que cuelgan de las puntas de las ramas. Los femeninos son redondos y de color rojizo o marrón.
Su madera es de color pardo claro, de textura fina y no es resinosa y tiene un aroma similar al del cedro. Se usa para la construcción de féretros, y también para hacer tablas de puertas, pilotes, tornería de instrumentos como la guitarra, chapas de barcos,y eso es porque es muy resistente,y porque se cree que su madera trae paz y calma.
El ciprés fue un árbol sagrado entre numerosos pueblos europeos debido a su longevidad y a su verdor persistentes.Entre los griegos y los romanos, creían que bajo la sombra de este árbol, descansaban las divinidades del infierno; pues abundaba en las regiones subterráneas;y ligado al culto de Plutón, dios de los infiernos; también adornaba,desde entonces, los cementerios.
El ciprés para los celtas,fue un símbolo de duelo porque su resina incorruptible y su follaje persistente, evocaban para ellos, la inmortalidad y la memoria leal. Y es que las heladas del invierno, no hacen sino resaltar con mayor esplendor la fuerza de resistencia del ciprés, al que los gélidos vientos no consiguen despojar de sus hojas.
Para los galos,el consumo de las semillas del ciprés procuraba longevidad, y su resina permitía, si uno se frotaba con ella los talones, andar sobre las aguas,según ellos. Volvía el cuerpo ligero. Y como la llama obtenida por la combustión de las semillas duraba mucho,se volvió símbolo de inmortalidad.Quizá por ello empezaron a plantar cipreses en sus cementerios.
Y es que es típico ver en los cementerios (sobre todo de los países mediterráneos) a los solemnes cipreses como guardianes de los sepulcros.
Quizá otro motivo de que se siembre este alto y frondoso árbol en el ‘camposanto’, se debe a que no necesita cuidado especial alguno. Soporta bien los cambios bruscos de temperatura y no varía en su forma estilizada y su hermoso color verde oscuro.
Y la altura del ciprés ayuda en gran medida como cortavientos, plantándose próximo a los muros del cementerio, y al crecer su raíz de manera vertical y recta hacia abajo, no causa estropicios a las lápidas,fosas y sus contenidos, y otros ornamentos fúnebres.
Y si de cipreses se habla,vale recordar el mito griego de Cipariso (cuya traducción es Ciprés), un joven que por error mató a un ciervo al que las ninfas del lugar tenían por sagrado.El muchacho amaba al ciervo, llevándole a los manantiales más limpios para beber y a los mejores pastos para comer; le hacía guirnaldas de flores que colgaba de sus relucientes astas y, a veces, montaba sobre su lomo.
Pero sucedió un día, que el ciervo sagrado, se tumbó a dormir detrás de unos arbustos y Cipariso que había salido a cazar lanzó contra el su jabalina al ver el bulto entre la maleza. Cuando el joven descubrió que había matado al sagrado ciervo de las ninfas, quedó de rodillas,llorando sin consuelo alguno sobre el cadáver de su amado ciervo, pidiendo a los dioses estar de luto todo el tiempo...
Entonces apareció el dios Apolo y con voz honda y profunda pronunció estas palabras:
―Luto eterno serás desde este instante y sombra darás de los dolientes.
En momento comenzaron sus miembros a tornarse de color verde y a crecerle el pelo que se le enmarañó y endureció; adquiriendo una gran altura desde la que podía mirar las estrellas desde su copa, convirtiéndose Cipariso en un ciprés y significando, desde ese momento, el duelo tras la irreparable pérdida de los seres amados...
-----------------------------------> ; Zuicidio
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