2/18/2010

Bertrand,el Salpicador...


Aunque algunos Gilles de Rais han existido a lo largo de la historia de Francia, tuvieron que transcurrir casi 400 años desde que muriera el consejero de Joana de Arc,para que otro caso extremo ingresara a los anales de la criminología francesa.
Al caso se le llamó El Vampiro de Europa y comenzó con una nota periodística breve que así rezaba:
“Durante meses, varios cementerios de París y sus alrededores han sido testigos de las profanaciones más espantosas. Los guardianes de Pere Lachaise han visto, o creen haber visto, una sombra que durante las noches merodea por las tumbas, aunque no han podido atraparlo, por lo que se empieza a creer que se podría tratar de un fantasma. Las tumbas han sido profanadas. Los cuerpos han sido sacados de sus lugares de reposo, violados y algunos presentan horribles mutilaciones”.

No se trataba de una aparición sobrenatural. Una vez más, Francia estaba infectada por un trastornado maniático sexual: el sargento Bertrand. Aunque el estilo de vida de Bertrand no puede compararse con el de Gilles de Rais –la única similitud era que ambos fueron soldados—, éste también expresaba inclinaciones irresistibles, por motivos sexuales, hacia la necrofilia, el desmembramiento y la desvisceración de los cuerpos. También, a diferencia de Rais, Bertrand jamás cometió un solo asesinato. En vez de matar, él desenterraba cadáveres. Quizá por preceptos morales o por miedo a asesinar, sólo desamortajaba cuerpos, los besaba y bebía los jugos de fermentación que, por descomposición, escurrían por varios orificios. Se masturbaba sobre los despojos antes de desmembrarlos con la ayuda de una navaja filosa. Hecho esto, incrustaba alguna de sus manos en los intestinos descompuestos, lo que causaba que volviera a eyacular. Poco después huía del cementerio.
Bertrand argumentaba que empezó a masturbarse desde la inusual edad de ocho años. Durante sus prácticas onanísticas se imaginaba rodeado por mujeres desnudas que él había asesinado y mutilado. Nuevamente, las fantasías eran demasiado vívidas y violentas para una persona de su edad.
A los 24 años mató un perro, abrió el vientre, extrajo los intestinos y se masturbó sobre ellos. Un año más tarde cometió su primer acto necrófílo. Iba caminando por el cementerio con un amigo cuando vio una tumba parcialmente llena. Continuó caminando pero poco después se despidió para regresar a la tumba. Es Bertrand el que habla: “Bajo la presión de una terrible excitación empecé a excavar en la tumba con una pala, olvidando que había luz de día y que podía ser visto. Cuando el cuerpo –de una mujer— estuvo expuesto yo era presa de un frenesí insano y, ante la ausencia de otro instrumento, empecé a golpear el cuerpo con la pala”.
Perturbado, y convencido de no haber sido visto, Bertrand escapó. Regresó a la tumba dos días después y cavó con sus manos. Una vez que alcanzó el cadáver abrió el abdomen y tocó los intestinos mientras se masturbaba. Saciado, llenó nuevamente la tumba y se marchó. Meses más adelante desenterró el cuerpo de una muchacha de 16 años y tuvo prácticas sexuales con el cadáver. Después admitiría: “Disfruté el cuerpo alrededor de un cuarto de hora, lo corté y, tal como hice con las otras víctimas, palpé los intestinos”. Bertrand fue arrestado meses después de este caso, la vagina de su última víctima había sido completamente escindida.
Los deseos del sargento Bertrand eran intermitentes y, entre los incidentes, él actuaba perfectamente racional tanto en lo sexual como en lo social. Pero, cuando la compulsión por copular y mutilar llegaba, no había poder humano que lo detuviera. En una ocasión desenterró casi una docena de cadáveres masculinos, trabajando en las peores condiciones ambientales, antes de encontrar un cuerpo femenino. Se llegó a sospechar que estaba bajo posesión demoniaca; sin embargo, Bertrand era sólo un "salpicador", (alguien que siente una atracción enfermiza por los lìquidos y las entrañas de los muertos y salpicarlas de semen). La fascinación de Bertrand por las vísceras pùtridas era tan grande que lograba hilvanar varios orgasmos con una diferencia de pocos minutos...

--------------------------------->Zuicidio

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