No sólo en las supersticiones arcaicas sino aùn ahora,muchas culturas confieren a las partes de los cuerpos muertos,extrañas facultades místicas. Los curas dicen que la mano disecada de un santo posee milagrosos dones curativos. Del mismo modo, las brujas creían que la mano cortada de un muerto utilizada de ciertas maneras tendría efectos mágicos. El pene de Tutankhamón fue uno de los tesoros menos mencionados robados de su tumba, y quizá su fin se redujo a unos cuantos polvos afrodisiacos o fue vertido en un singular consolador. Los católicos regularmente llevan a cabo rituales de necrofagia simbólica al consumir la “carne y sangre” de un individuo muerto hace más 2 mil años. Los satanistas realizan ceremonias caníbales similares. Muchas iglesias cristianas conservan algunas reliquias humanas, ya sea frascos de sangre sagrada, restos momificados o, incluso se dice, que alguien tiene el prepucio de Jesús. El cabello rasurado y las cenizas de cremación del asesino serial Ted Bundy alcanzaron un precio muy alto en el mercado negro tras su ejecución...
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