3/17/2011

Fantasmas del Shinto...




Para el Shinto,el vínculo con los espíritus de los antepasados ​​muertos, debe mantener el debido respeto y atención,y en caso contrario,el olvido y la indiferencia, traerán infortunio y peligros sobrenaturales al hogar y la aldea. Si los espíritus son olvidados o falta de respeto.la muerte que mora en el Yomi,abrirá las puertas de la esa tenebrosa tierra de oscuridad eterna y sofocante que provocará un inmenso dolor espiritual a los vivos,debido a la ausencia de la luz y a la presencia del shinigami que es una personificación de la muerte japonesa.
Es Shinigami quien vela a los difuntos y decide quien muere y cómo,y a veces,cuando padece hambre,se alimenta de las almas humanas. Sus decisiones siempre son cruentas y horribles,pero su carácter es frío y neutral.
Las muertes súbitas o violentas en el Shinto se consideran de muy mala suerte, y por ello los servicios de emergencia japoneses muchas veces se abstienen de declarar a las víctimas de un desastre,como personas muertas, hasta que sus cuerpos sean incinerados con un kimono blanco,y se les prenda incienso y se les ofrenden frutos y oraciones...
Y es que en el sintoísmo,cuando una persona muere,su reikon,o alma, deja el cuerpo y deambula por la tierra hasta no tener un buen funeral y ritos especiales para que pueda unirse a su antepasados. Si esto se hace correctamente, el reikon se cree que es un protector de la vida de las familias y para volver al año en agosto durante el Obon Festival para recibir gracias.

Pero si la persona muere de forma repentina o violenta como en un asesinato o por suicidio,o en un terremoto,o un tsunami, y careciendo de los ritos adecuados e influidos por emociones poderosas tales como el terror, o el dolor, los reikones de los muertos se transforman en yūreis, dispuestos a causar daño y caos en el mundo físico que no pueden dejar.
Es entonces que se les ve deambular como apariciones sobre los escombros de un desastre,o en la escena del crímen o por la zona del suicidio,obsesionados y enfadados... hasta que puedan ser incinerados y enterrados con el ritual...

Es inquietante ver a los yūreis entre las ruinas.vistiendo de blanco,porque
es un kimono blanco el usado en los rituales funerarios del sintoísmo, porque el blanco es un color que purifica a los muertos. Este kimono puede ser un Katabira (una llanura, blanco, sin rayas kimono) kyokatabira o un (a Katabira blanca con inscripciones de los sutras budistas). Y aparecen los fantasmas con un hitaikakushi blanco (es una pequeña pieza triangular de tela blanca atada alrededor de la cabeza para cubrir la frente de los difuntos)...

Sus negros cabellos vuelan al viento de la muerte,pues el cabello de un yūrei es a menudo largo, negro y despeinado, que algunos creen que es un castigo heredado del teatro Kabuki, donde una noche robaron las pelucas se usaban los actores. Y por ello,tradicionalmente, las mujeres japonesas dejaban suelto su pelo largo y negro durante los funerales y entierros...
Y las manos de eos fantasmas tienen un rictus espantoso de querer aferrarse a lo que sea,porque los aparecidos carecen ya de piernas y pies, y van flotando en el aire. Los Yūreis vagan solitarios seguidos por dos llamas flotantes,de colores extraños,que son trozos fantasmales que se van desprendiendo del ánima en pena,y que si te rozan,te causarán una muerte espantosa...

------------------------->Zuicidio

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