Con 2 cojones,para morirse del cabreo...
----------------------------> Zuicidio
Un jueves santo de 1956, en Estoril,Portugal, dos hermanos procedentes de Madrid- Juan Carlos de 18 años (cadete de la Academia Militar de Zaragoza, y con excelente instrucción militar intensiva y experto en el manejo de toda clase de armas del Ejército español), y su víctima,el hermano menor,Alfonsito de 13,discutían agriamente.
La embajada de España quiso encubrir el asesinato,afirmando que Alfonsito se había disparado a sí mismo,y por accidente mientas limpiaba el arma...Pero la línea del disparó que le alcanzó la frente era de un ángulo imposible para el difunto,y las escoriaciones de la pólvora entre ceja y ceja,evidenciaban algo diferente...
Para los franquistas fue tan temible la verdad del filicidio, que nunca fue investigado ni por la justicia portuguesa ni por la española, civil o militar, siendo el homicida en aquellas fechas un profesional de las Fuerzas Armadas españolas y todos se afanaron en cubrir el episodio con un espeso y cobarde manto de silencio.
Hasta que en 1992,por insistencia del desolado y viejo conde Juan, el cuerpo de su hijo Alfonsito,fue trasladado al Monasterio de El Escorial,ante el notorio mal humor del rey español.
4. Ahogarse dió resultado a Alfonsina Storni que se tiró al Mar del Plata, a Virginia Woolf que se llenó las bolsas de su abrigo de piedras y se lanzó al río ; o como Hart Crane yJohn Berryman, que se fueron de cabeza al río Misissippi, o al Sena, como Paul Celan...Aunque si se sabe nadar tirarse al agua es absurdo: ese detalle se le escapó a Costas Cariotakis, que hubo de recurrir al revólver después de estar diez horas intentando ahogarse en el Mediterráneo. O como Ganivet que no vió a los salvavidas cercanos en la cubierta del barco: fue salvado la primera vez que se arrojó al río Duina, y hubo de aprovechar un descuido de sus salvadores para arrojarse por segunda vez y lograr el objetivo...

En una tienda de vestidos de novia en la ciudad de Chihuaha,(México) asoma al aparador una leyenda de 85 años...Se llama Pascualita,y aunque parece ser un manequí,se dice en voz baja que en realidad se trata del cadáver bien conservado de la hija de la dueña del local.
Se dice que, por la noche, mientras la tienda permanece cerrada, la Pascualita se mueve, cambia de posición y sale a la calle. Y que además cuando pasas a su lado, te sigue con la mirada.
Pascualita recibía numerosas acusaciones por teléfono, por ir contra la moral, así como visitas a la tienda que ante el menor descuido clavaban sus uñas en el rostro del maniquí, dejándole huellas que durarían por décadas, por lo que Pascualita optó por hacer público que no se trataba de un cuerpo embalsamado.
Pascualita pidió a los policías que regresaran después, porque Chonita se encontraba en su baño, ante lo que los investigadores acumularon más dudas e insistieron en el caso.