1/16/2013

El abuelo Pep...








En el alpendre,sentado en la mecedora,el abuelo Pep se balancea levemente, a capricho de viento y madera,mientras vigila a  la niña que juega en la varanda. Las duelas del porxo gimen al balanceo del viejo que tiene  en el rostro una dulce sonrisa como cincelada,  mientras su mirada se expande màs allà del patio, desde los árboles que delimitan el terreno recién barbechado, hasta los terrosos pies descalzos de su pequeña nietecita.
La madre, se baña en sudor y agua enjabonada,mientras exprime y cuelga en el tendedero, las sàbanas, al sol del  mediodía. No sabe la mujer que el abuelo ha muerto desde las ocho de la mañana, porque el anciano sigue atento el juego de la niña, con esa dignidad de siempre,tan suya,de cumplir con su obligación, eso,y cuidar de las gallinas,es su contribución a la magra economía doméstica... Ya después lo llorarán,lo amortajaran en esas mismas sàbanas, y prepararán café y rezaràn el novenario,pero por ahora debe cuidar de la niña...
Para desespero de todos, el anciano es sordo, y por ello hace caso omiso al clamor de los ancestros que llegan a recogerlo, vaporosos y mezclados entre los giros que forma el viento con el polvo del solar ...

------------------------------>  Zuicidio

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