8/26/2013

Tan muertos...

















Noche profunda.
Danzan los pinos siguiendo las rutas de Orión.
Ulula  la lechuza,y la brisa murmura sobre los nichos vacíos,
algo incomprensible al recorrer el viejo camposanto.
Las almas cruzan, como todas las noches, las calles del viejo pueblo, inquietando sólo a los lobeznos del pueblo olvidado.
Se deslizan por huertas sin dueño,se detienen en los tapiales sin tiempo,
y se van por los caminos de herradura que devuelven ecos antiguos casi apagados.
En ese páramo ya nadie contempla los tejados bajo el firmamento, ya nadie escucha los silbos plateados de las lamias entre sus chimeneas
Nadie... excepto un lobo solitario que le llora a la muerte oscura y sutil de las ánimas.
Bajo el puente del Sabugal, en la más profunda paz de los cañones del río Tejo, donde las aguas domeñan las piedras desde tiempos que nadie recuerda, nace el rumor lejano de torrente que todo lo envuelve…lamento que rompe el sueño sin recuerdos de los cuervos.
Pesar del río y tiempo de fuga de los espíritus sutiles que huyen  refugiándose en esos pagos, sin tiempo ni casi memoria...
Noche eterna bajo la paz de un sepulcral universo.
Y al fondo, entre las penumbras de las polvorientas veredas, el árbol de los ahorcados…
Se detienen ahí las almas de los muertos:
 Tan muertos qué poco les importa ya nada...
fríos
indiferentes
no hacen preguntas
se mantienen apartados
siempre en ese mismo lugar
rodean el árbol de los ahorcados
y callan...

---------------------------------->  Zuicidio

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