10/22/2014

Jung y el legado del muerto...


El psicólogo Carl Gustav Jung (1.875-1.961) narra un caso real de Aparición Post-mortem que le aconteció a él personalmente:



"...Una vez estaba despierto por la noche y pensaba e la repentina muerte de un amigo que había sido enterrado el día anterior. Su muerte me preocupaba mucho. De pronto tuve la sensación de que estaba en mi habitación. Me parecía como si estuviera a los pies de la cama y me pidiera que fuera con él. No tuve la sensación de una aparición, sino que se trataba de una imagen de él visual interna, que me la expliqué como una fantasía. Hube de preguntarme: ¿Tengo alguna prueba acerca de que se trata de una fantasía? Si no fuera una fantasía, mi amigo estaría aquí realmente y, en cambio, si yo le creía una fantasía, ¿no sería esto una insolencia? Sin embargo, tampoco disponía de prueba alguna de que se tratara de una aparición, es decir, de que estuviera “verdaderamente” ante mí. Entonces me dije: ¡Fuera demostraciones! En lugar de explicármelo como una fantasía podía con igual derecho aceptarlo como aparición y siquiera concederle realidad. En el instante en que pensé esto él se fue hacia la puerta y me hizo señas de seguirle. Debía, por así decirlo, cooperar. ¡Pero esto no estaba previsto! Por lo tanto, hube de repetir mi argumentación. Sólo después de ello se seguí en mi fantasía.
Me condujo fuera de la casa, al jardín, a la calle y finalmente a su casa. (En la realidad, su casa estaba a una distancia de unos cien metros de la mía.) Entré y me condujo a su despacho. Se subió a un taburete y señaló el segundo de los cinco libros encuadernados en rojo que estaban en el segundo estante superior. Luego la visión desapareción. Yo no conocía su biblioteca y no sabía qué libros poseía. Además, desde abajo no había podido ver el título del libro que me señalaba.
El caso me pareció tan extraño que, a la mañana siguiente, fui a ver a la viuda de mi amigo y le pregunté si me permitía echar una ojeada a la biblioteca del difunto. Realmente bajo la estantería vistaen sueños había un taburete y vi desde abajo los cinco libros encuadernados en rojo. Subí al taburete para poder leer el título. Eran traducciones de las novelas de Émile Zola; el título del segundo volúmen decía: “El legado de los muertos.” El contenido me pareció intrascendente, pero el título guardaba una relación sumamente importante con mi vivencia...”




Hasta aquí la cita, pero siguiendo el pensamiento de Jung, podemos recordar que según la Teoría de la Relatividad de A. Einstein (1.879-1.955), el tiempo y el espacio, de ser conceptos fijos e inmutables, pasan a ser relativos, es decir, pasan a depender de un observador y su circunstancia. Partiendo de esta base, podríamos afirmar que Jung, al romper los vínculos racionales y materialistas de su época aceptando su experiencia como real, e abrió un camino completamente novedoso,al mostrarnos que la psique del individuo que observa ese determinado fenómeno, está percibiendo algo que funciona más allá de la causalidad espacio-tiempo. Si fuera así, entonces puede no resultar tan ilógico percibir algo que esté sucediendo en otro lugar distinto de donde nos encontramos en un momento determinado y pueden existir dimensiones desconocidas ...



---------------------------------Zuicidio

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