4/04/2011

Morir sin silencio ...




Antes,
nunca hubo el silencio necesario entre los gritos
para advertir el pulsar de esta sangre
que hoy,
al rozar por sorpresa mi nuca con sus manos de lejía
me ha puesto los ojos amargos.

Yo misma no me oigo cuando grito.
Querría huir. Pero ya es tarde:
las sábanas se han convertido en agua cenagosa mezclada
con pegamento,y no debo alterar
la escena del crimen.

Y dentro de poco,
como esa cosa horrible siga detrás de mí
me moriré de nuevo
ante el espejo que tengo
enfrente de mi cadáver...

-------------------------------> Zuicidio

No hay comentarios:

Publicar un comentario