6/16/2011

El Jardinero de la Muerte...








La obra "Principios de botánica funeraria" de Celestino Barallat, catalán que consiguió reunir en un solo tratado de botánica funeraria imprescindible todo el saber y la tradición de muchos cementerios europeos.
Esta obra, cuya primera edición data de 1884, sirvió para hacer los espacios verdes de multitud de camposantos mediterráneos. Sus indicaciones están presentes aún hoy en día y destinadas especialmente al conocimiento de jardineros, arquitectos, restauradores y antropólogos. El fin de la obra de Barallat es que el camposanto no se asociara a lo lúgubre, tétrico o deprimente, sino que fuera un espacio de reposo donde poder recordar a los difuntos, que invitara a la paz y a la tranquilidad siguiendo la ancestral tradición griega de los cementerios marineros como lugares donde los vivos se despidían de sus difuntos con el dolor si,pero que también los elementos del espacio (arquitectura y vegetación) despiertaran en los deudos ciertas sensaciones como la calma, la paz, el acogimiento y la armonía. Con ese fin los jardines fúnebres siguen unas pautas y cada elemento plantado se carga de un gran simbolismo. En este sentido, la vegetación en el cementerio ayuda a magnificar las sepulturas y a crear un marco de reposo. Las especies vegetales no sólo están presentes en el camposanto. Desde que ocurre el óbito, según Ballarat,entre los vivos y los difuntos surge una comunicación espiritual por medio de las ofrendas florales: ayudan al vivo a distanciarse y a honrar la memoria del muerto.

En su tratado de jardinería fúnebre Celestino Barallat se basó en las costumbres primitivas de los habitantes de las costas europeas al Mediterráneo para entender este marco vegetal mortuorio. Y es que al principio de los tiempos, eran los bosques los que servían al hombre de última morada. Sabio,ya que entre otras razones,la vegetación en la necrópolis ayuda a purificar el aire ya que las plantas absorben lo putrefacto.
Los Principios de botánica de Ballarat también constituyen un insólito tratado de jardinería. En la primera parte se ofrece un programa vegetal basado en la simbología clásica griega y fenicia, en la tradición popular catalana y en el conocimiento de los cementerios antiguos y contemporáneos: se estudian con rigor las especies admisibles o rechazables en un jardín funerario, sean sembradas, representadas o esculpidas, así como las más idóneas para depositarlas en forma de ofrenda floral. La segunda parte forma un delicado manual de jardinería modernista aplicada al cementerio de Montjuic. Se consideran en él aspectos como el diseño, la perspectiva, el arte combinatorio, las fórmulas volumétricas, los efectos ópticos...
Celestino Barallat, erudito catalán, abogado y escritor, fue especialista en cuestiones funerarias y cultivó la literatura necrológica. Sus traducciones de Homero, Horacio, Mistral, Wagner y Lord Lytton han tenido la ventura de ser reeditadas hasta hoy. Como si estuviera predestinado, murió el día de Difuntos de 1905...

------------------------------> Zuicidio

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