5/21/2013

La maldición del guerrillero...








Cuentan que sus verdugos se acojonaron al ver los ojos bien abiertos-que todavía tenìan reflejos de su gran amor por la humanidad-, y al mismo tiempo la sonrisa sardónica del cadáver de su víctima,sonrisa de absoluto desprecio por esa panda de criminales...
Ríctus que fue eternizado en una foto póstuma,después de que Ernesto  Che Guevara fuera ejecutado en la escuela pública del poblado de La Higuera (cerca de la ciudad de Vallegrande, en el Departamento de Santa Cruz, Bolivia). un día después de ser capturado vivo por el ejército, y desde entonces,una especie de justicia poética persiguiò,como terrible maldición a todos aquellos que tuvieron que ver con la captura, el asesinato y la desaparición del cadáver de Guevara...
Quizá el fantasma del Che retornó a pedir cuentas a sus asesinos,pues la violencia fue matándolos uno a uno...
En extraños accidentes mortales en helicópteros o automóviles, ajusticiados por sombras anónimas, acosados por misteriosas enfermedades, tiroteados, victimas de una locura fanstasmagórica o asesinados a palos por sus propios ex compañeros...todos murieron.
Y esas temibles "casualidades" dieron nacimiento a la leyenda de la maldición del Che, ya que pareciera el mismo  organizó su venganza desde el más allá...( aunque también podría darse en caso de que los servicios secretos de la izquierda internacional operaran un comando de justicia contra los asesinos del Che...)
Pero el orígen de esa maldición se inició con la bíblica sequía del 67 y 68,que asoló La Higuera y que fue atribuida por los mismos pobladores a haber delatado uno de ellos al guerrillero. Con la tierra seca,se incendió el breñal dejándo aquél poblado como un páramo...


El primero en caer fué el delator,Honorato Rojas, (el que condujo al grupo de Tania y Vilo Acuña a la emboscada en el vado del Yeso), murió el primero,ajusticiado por de dos disparos en la cabeza.
Y el ranchito de cinco hectáreas que le había regalado el gobierno por su traición quedó salado,literalmente,pues desde entonces el salitre no deja sembrar nada en esa mala tierra...
El general René Barrientos Ortuño, el presidente boliviano que ordenó la ejecución del Che por órdenes de la CIA, fué el segundo: menos de un año más tarde moría carbonizado en un oscuro accidente de helicóptero cuya causa nunca será aclarada....
Y después de esos sucesos, se extendió por toda Bolivia la superstición popular  que presagiaba que el Che, desde su tumba, se llevaría consigo a los responsables de su muerte... y el miedo se apoderó de los militares bolivianos y sus familiares,que intentaron misas,penitencias religiosas,y hasta una carta cadena, la cual decía que la muerte de Barrientos era un castigo de dios y que a todos los culpables del asesinato del Che una grave desgracias les esperaba. Para poder salvarse se recomendaba rezar tres padres nuestros y tres aves marías. Había que reproducirla en nueve copias y enviarla a igual cantidad de destinatarios...
Pero las copias de la carta cadena resultaron insuficientes, porque la maldición continuó: un día después del tercer aniversario de la muerte del Che, fué decapitado en un accidente de automóvil el teniente Eduardo Huerta, quien había sido el primer oficial que participó en la captura...
La maldición del Che alcanzó luego a Andrés Selich, el teniente coronel que insultó y tironeó de la barba al Che en la escuelita...Selich fué tironeado y linchado a palos por sus compañeros de armas en La Paz...
Poco después el coronel Roberto Quintanilla, -quien como jefe de inteligencia del Ministerio del interior quería decapitar el cadáver del Che, pero amedrentado por la mirada fija del difunto,se decantó mejor por la amputación de las manos del cadáver del Che-, fue ajusticiado en su despacho del consulado en Hamburgo por la boliviana Mónica Ertl de de dos tiros en el pecho...
La “maldición” del Che se la cobró a la CIA: el agente que identificó al Che y luego lo fotografió, Félix Rodríguez, a su regreso a Miami comenzó a sufrir de asma, a pesar de que el asma suele manifestarse en la infancia y él no tenía antecedentes de haber sufrido nunca esa enfermedad. Le hicieron pruebas de alergia de todo tipo y nada salió positivo. Concluyeron que era o la maldición del Che o algo sicológico, lo mismo me daba en climas secos que húmedos, fríos que calurosos,la cosa es que falleció asfixiado en Miami en medio de las convulciones de un ataque de asma...
Gustavo Villoldo agente 2 de la CIA, que dirigió a los rangers actuaron en la fase final de la campaña contra el Che,y urgió que se le matara en seguida, fue contagiado de sífilis en los burdeles bolivianos, y debido a ello, murió ahogado con su propio vómito...
Juan José Torres, quien era jefe del estado mayor y que suscribió la orden de ejecución, cayó asesinado de tres balazos en la cabeza por la ultraderechista Triple A...
El siguiente fue Joaquín Zenteno Anaya,comandante de la unidad rangers que capturó al Che,  y dió la orden directa de ejecutar al Che,falleció acribillado por dos pistoleros,recibió tres tiros a quemarropa de calibre 7.65. La policía francesa lo atribuyó al Mossad,pues Zenteno ocultó a viejos nazis en Bolivia...
El capitán Vargas, al mando de la emboscada de Vado del Yeso y que después se hizo cargo de ocultar el cadáver del Che y sus compañeros, sufrió trastornos sicológicos porque “los muertos lo perseguían, venían a buscarlo”, muriò de rabia,porla mordida de un perro enfermo, enloquecido,al igual que el Sargento Bernardino Huanca,el que dió el tiro de gracia al guerrillero,fué internado en un manicomio del que huyó para vagar alcoholizado por la calles de Cochabamba, perseguido en sus pesadillas por la imagen del Che, hasta que por fin murió en un basural...
Gary Prado Salomón, el comandante que capturó al Che, fue herido por un disparo -que le dio uno de sus propios soldados-, y que le perforó los dos pulmones y le lesionó la columna vertebral dejándolo paralítico,y con respiración asistida...
Antonio Arguedas el ministro del Interior boliviano, que envió a Fidel Castro las manos mutiladas y el diario del Che Guevara en 1967-, que murió tiempo después, desmembrado,al estallar en su cuerpo una bomba de alto poder en La Paz.
El jefe de las Fuerzas Armadas de esa época, general Alfredo Ovando, murió quince años más tarde aquejado de una extraña enfermedad similar a la lepra, pero antes tuvo que soportar la muerte de su hijo mayor en un accidente de aviación,en el que murió desangrado al perder ambas manos. El general Alfredo Ovando, se hundió en un pozo depresivo y se suicidó poco después...
Mario Terán fue el soldado boliviano .el que disparó la ráfaga de balas a Ernesto Guevara,(y el que escuchó las últimas palabras de Ernesto Guevara: "Póngase sereno y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!") quedó ciego...(Curiosamente serían médicos cubanos quienes en 2007 devolverían la vista a Terán en el marco de una de las campañas de solidaridad con el gobierno boliviano de Evo Morales...pero luego de la cirugía,Terán volvió al alcohol y se perdió entre las calles de Cochabamba, perseguido en sus pesadillas por la imagen del Che sin que se supiera mas nada de él. Y el sargento Bernardino Huanca,el del tiro de gracia,que amaneció un mal día colgado de las ramas de árbol seco de esa mala tierra...
También murieron los enterradores,tres cabos (que sepultaron los restos del Che,los de Tania,y los de los otros guerrilleros,de manera furtiva en una fosa común en el aeródromo de Vallegrande, donde permanecieron durante 30 años hasta el 97, cuando un misión de antropólogos de Cuba y la Argentina los exhumó y los depositó en un mausoleo de Santa Clara, Cuba). Los tres cabos fueron sepultados irónicamente,cuando un deslave de un cerro se les vino encima,aún cuando no había llovido en años es esa zona...

Según los pocos pobladores que quedan en  La Higuera, la aldea está maldita, desde un aula de la escuela del lugar en que estuvo prisionero unas horas antes de ser abatido a tiros por orden superior y, desde entonces, los fantasmas de los guerrilleros vagan por la comarca buscando implacables,la legendaria justicia...

-----------------------------> ; Zuicidio

No hay comentarios:

Publicar un comentario