8/06/2015

Risillas siniestras...












Dicen que las hienas son tímidas, pero la verdad es que en manada,o si están muy hambrientas, pueden atacar y devorar a grandes depredadores, como son  los leones. Las hienas son sigilosas,primero  rodean al incauto  y cuando éste va a huir,lo destazan a dentelladas...

En Nigeria, sólo unos pocos se atreven a alimentar a las fieras carroñeras. En los poblados, al anochecer, todos se encierran al escuchar las risas demenciales de las hienas,que a esa hora salen a pasear por los alrededores devorando lo que encuentran a su paso,desde basura hasta niños... Por eso,se le ha llamado la tierra de las hienas, que son mas letales que los guerreros islámicos.
Por eso es que de noche,cuando las hienas merodean las aldeas, el temor oprime hasta al más audaz de los cazadores,y más cuando es época de hambruna,que es casi siempre...Antes,algunos salían a dar de comer la las hienas en época de bonanza para que éstas no atacaran al hombre en tiempos de escasez,pero esos tiempos ya pasaron,pues ahora siempre hay miseria en esas tierras...
Hay una historia temible sobre una hiena en especial.
Pasó que el capitán Herbert llegó con su pelotón a una misión durante la Segunda Guerra Mundial,ya que Gran Bretaña había tomado el control sobre la que fuera antigua colonia alemana. Llegó una noche de mucho calor a esa región. A la luz de los faros del jeep, se iluminaron decenas de ojos rojos a lo largo del camino hacia su campamento, Por las risas dementes que extendían su eco por toda la sabana supo que eran las hienas...que estaban hambrientas y veían a su alcance la comida...


Fue que llegando a la zona militar, los líderes tribales locales le pidieron ayuda a Herbert ara cazar a un hombre que se transforma en una hiena asesina,o más bien,era una hiena que se transformaba en hombre... Los cazadores sabían esto porque habían seguido las huellas de hiena después de varios ataques contra las personas y el ganado. Los hombres se sorprendieron al ver cómo las huellas de hiena transformaron en pasos humanos cuando se acercaron a la periferia del pueblo...
El capitán sonrió ante tal superchería,y ofreció a los nigerianos la ayuda que pedían,así que con diez hombres bien armados, se unió a los cazadores que ya habían rastreado a la criatura. A la media noche,cuando lo más espeluznante ocurre,vislumbraron a la bestia  bajo el claro de la luna. Era una hiena enorme,de fauces como puñales que desgarraba frenética la piel de un antilope para devorarlo, mientras salpicaba la sangre de su víctima por el festín.






Todos quedaron paralizados de temor al ver el tamaño de la bestia y su manera brutal de comer,y cuando el animal se detuvo y levantó el hocico para ventearlos,y luego clavó sus ojos sangrientos en ellos,muchos corrieron e intentaron trepar a algún árbol,presas del pánico...pero el capitán apuntó su rifle y disparó.  Y tras el balazo,un grito terrible rompió la noche. Herberto pensó que seguramente le  había causado una herida mortal a la hiena, y seguido por sus hombres,corrió hasta  el lugar donde creía que había muerto la hiena. Sin embargo, una vez que llegaron no la encontraron.  Sin embargo,junto a los restos del antílope, había una mandíbula humana ensangrentada y rota - y un rastro de sangre que conducía al pueblo cercano. El capitán ordenó seguir a la bestia antes de que pudiera atacar a otro pobre alma como ese hombre cuya mandíbula sangrienta  era todo lo que quedaba de él sobre la hierba. Los hombres siguieron las huellas de sangre,que al llegar al poblado, sin más,se desaparecieron...Agotados por la caza y los sobresaltos,  fueron a la choza de un anciano que les ofreció algo de comida,y pasar la noche en su casa para que no le dejaran solo con la bestia rondado allá afuera, ya podrían reanudar la búsqueda con las primeras luces. El capitán despertó por la mañana por los gritos del anciano: cuando salió a ver lo que ocurría, vió al viejo lanzando gemidos y llanto sobre el cuerpo de una mujer tendida en la arena...Era su vecina y estaba muerta...Alguien le había disparado en la cara,destrozando totalmente su mandíbula...
 Como los hombres lobo habituales en el folklore europeo, los hombres hiena son cambiaformas teriantrópicos comunes en varias culturas de África. Según las leyendas, son humanos que adquieren la capacidad de convertirse en hienas, en otras ocasiones son hienas que se disfrazan como humanos y se llaman "bultungfin" o "boudas".






En el idioma kanuri del antiguo Imperio Kanem-Bornu en la región del lago Chad, los hombres hiena reciben el nombre de bultungin, que se traduce aproximadamente como "me convierto en hiena". En el pasado era creencia popular que algunas aldeas de la región estaban habitadas completamente por humanos-hiena, como los Kabultiloa.
Esta creencia  también está presente en Sudán, Tanzania y Marruecos, que aún en las aldeas temen a una  hiena monstruosa que es caníbal y que todas las noches se transforma y aterroriza a la gente. Cuando la hiena toma forma humana,busca el trabajo de  sanadora, herrero, o leñador,y puede ser reconocida  través de diferentes signos, como un cuerpo peludo, cabello rojo y ojos brillantes,una voz nasal y un olor fétido a sangre digerida.
Se cree que estos hombres-hiena saquean las tumbas a medianoche  y en Marruecos, donde los bereberes temen al bouda ya que si basta un arañazo de la bestia,para convertirse en uno igual, para ellos las hienas son criaturas vampíricas que atacan a las personas de noche y beben la sangre de sus cuellos. El folklore árabe afirma que las hienas pueden hipnotizar a sus víctimas con sus ojos y en ocasiones con sus feromonas. Y los cristianos etíopes consideran que los judíos del país son boudas, acusándolos de desenterrar cadáveres cristianos para devorarlos.
En el folklore de  Sudán, los hombres hiena son descritos como  curanderos poderosos, que se "convierten" en hienas mediante máscaras y danzas,imitando los hábitos repugnantes de las hienas.


Un tratado de medicina persa escrito en 1376 describe cómo curar a las personas conocidas como kaftar, que se dice que son "medio hombres y medio hienas" y que tienen el hábito de matar niños.
Ahí se cuenta que en las guerras, los cuerpos de los muertos,debían ser enterrados en seguida,pues si no era así, merodearía por los campos de batalla con unas risillas siniestras,para devorar a los soldados agonizantes, como las hienas...



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