4/02/2010

Los perfiladores forenses...





La Psicología Forense es la rama de la Psicología que forma profesionales para colaborar con los servicios de seguridad de una comunidad en la prevención e investigación de delitos.La práctica forense cuenta entre sus colaboradores con psicólogos especializados en investigación y esclarecimiento de hechos delictivos.
Pueden actuar como asesores mediante la elaboración de informes, y de evaluaciones y perfiles psicològicos-las características de la personalidad de los sospechosos-,basados en las motivaciones relacionadas con la víctima, sus posibles relaciones interpersonales atípicas y la constatación de la existencia de psicopatologías previas o actuales.
Tambien pueden confeccionar estadísticas, psicodiagnósticos y cualquier otra técnica de investigación; buscar pruebas; actuar como mediador, y estudiar los hechos en su conjunto desde el punto de vista psicológico y de la conducta.
Y sobre todo,en los casos de homicidios,que exigen el estudio de la personalidad y de las motivaciones de los eventuales sospechosos, quienes se encuentran en calidad de imputados.
La historia familiar y personal de la víctima y sus relaciones personales también aportan luz sobre la verdadera trama que ocasionó el suceso.

Actualmente, gracias a los adelantos científicos y a la intervención de cientìficos expertos, los hechos violentos pueden llegar a aclararse mediante pruebas obtenidas en el escenario del delito, principalmente durante los primeros momentos después de ocurrida la tragedia,ya que todo criminal deja la impronta de su personalidad en el acto delictivo,que un psicòlogo puede desentrañar,colaborando con otros peritos.
Tambièn,las vìctimas en un hecho de violencia pueden quedar en estado de shock, debido al trauma sufrido, instancia que puede ser controlada por los psicólogos que integran el plantel criminalista, permitiendo que puedan aportar datos de interés en esos minutos cruciales después de ocurrido el siniestro.
Si hay un motivo siempre puede ocurrir un homicidio. Los grandes asesinatos que se cometen a diario son réplicas que se encuentran registradas en el inconsciente colectivo, presentes también en las tragedias griegas.Cuando se produce la muerte violenta de una mujer, el primer sospechoso es el marido o amante, sin embargo, cuando muere un hombre, no es la mujer la primera sospechosa sino otras personas generalmente cercanas a la víctima que actuaron por venganza o por cuestiones pasionales o económicas. Para apoyar esta hipótesis coinciden las estadísticas de la policía de todos los países que cuentan con datos confiables sobre conductas criminales.
El personal que interviene en las investigaciones penales tiene gran conocimiento de las motivaciones humanas que conducen al crimen, que siguen siendo las mismas que las de muchos siglos atrás, porque es evidente que existe una relación causa y efecto en toda conducta humana que no tarda en cumplirse inexorablemente.
Aunque también pueden ocurrir hechos aparentemente fortuitos de asaltos seguidos de muerte de la víctima, que nunca se llegan a esclarecer, no significa que la mayoría de estos hechos no tengan una explicación lógica y hasta esperada.
Los psicólogos forenses que colaboran en una investigación usan el conocimiento de la conducta humana para recrear el suceso, constatar el lugar del hecho, ubicar en un mapa la localidad donde se encuentra el edificio donde estuvo la víctima,etc.Pueden descubrirse la forma en que se cometió el asesinato y hasta dónde se oculta el cuerpo,interpretando los gestos y expresiones del victimario.En caso de secuestros, los psicólogos pueden comunicarse con los secuestradores y negociar hábilmente, en los mejores términos, para lograr la liberación de rehenes.
Se puede evaluar el estado emocional tanto de las víctimas como de los delincuentes y aprovechar sus debilidades para obtener mayor seguridad y ventajas en la negociación.
Los psicòlogos forenses pueden aconsejar a la policía sobre la eventual peligrosidad de los criminales en situaciones de crisis, y la conveniencia o no de confiar en la colaboración de delincuentes como informantes.La última persona que vio a la víctima con vida o la que descubrió el hecho también puede ser potencial sospechosa principalmente si se descubre también el posible motivo.
También las estafas y defraudaciones pueden necesitar la participación de un psicólogo forense y los delitos cometidos por personas adictas a las drogas o al alcohol.
La psicología forense también se ocupa de la recuperación de los que están cumpliendo alguna condena para tratar de reinsertarlos en la sociedad para evitar que vuelvan a reincidir en el delito.

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