4/03/2010

El espectro del sex appeal...


En la primavera de 1998, una joven desapareció en la estación de trenes de Perpignan, Francia. Días después fue hallado un torso femenino desnudo, en una escena que recordaba la obra plástica El espectro del sex appeal, de Salvador Dalí.
Salvador Dalí era un genio de costumbres. Una de ellas consistía en que cada otoño cruzaba Cataluña a bordo de su viejo Cadillac –cuya cajuela iba repleta de pinturas— hasta la frontera con Francia. En 1965 repitió el itinerario de buscar en la ciudad luz las galerías de arte y los encuentros homosexuales que tan generosamente le ofrecìa la tierra gala. A los 61 años, Dalí estaba nuevamente en la estación de trenes de la ciudad Perpignan, desde donde enviaba todo su equipaje por adelantado a París.
La estación de Perpignan, construida en el siglo 19, no sólo es famosa por su antigüedad sino también porque fue ahí donde, de acuerdo con "Diario de un genio", libro escrito por el artista, se inspiró para pintar en tercera dimensión. Súbitamente, Da
lí percibió un aurea radiante que circundaba la estación, bañando las vías y los arbotantes. “Todo –recordaría años después el pintor— se hizo poderosamente evidente”. La estación de Perpignan, Dalí se percató en ese momento mágico, era el centro del universo.
El homenaje del artista a esa breve pero determinante iluminación fue titulado simplemente "La estación de trenes de Perpignan", obra a la que imprimió en uno de sus detalles su peculiar toque personal: un hombre en posición de sodomizar a un joven. La sodomía fue un tema constante en la obra del genio catalán, a la que añadió imágenes de mujeres co
ntorsionadas y desfiguradas. El espectro del sex appeal (1934), por ejemplo, muestra un torso femenino desnudo, al que falta la cabeza y una mano.
Esa etapa de la vasta obra de Dalí descansó pacíficamente en las páginas de las enciclopedias plásticas hasta la primavera de 1998, cuando una joven (la tercera en un periodo de cuatro años) desapareció en los alrededores de la estación Perpignan. Diez días después de notificarse su ausencia fue hallado un torso femenino desnudo, al que faltaban la cabeza y ambas manos, además de que los genitales habían sido extirpados y sus vísceras colocadas en un buzón público. Para las autoridade
s de Perpignan, el homicidio de la mujer confirmaba el trabajo de un asesino serial obsesionado con Salvador Dalí.
La policía francesa decidió acudir a las universidades locales a documentarse acerca de la obra de Dalí para establecer si las pinturas del artista inspiraban al asesino. Varios de los investigador
es aceptaron que la vieja estación de trenes y las mujeres mutiladas remitían poderosamente a las pinturas del catalán. Así, la investigación se vio complementada con asesores expertos en la plástica de Dalí.
La historia de estos crímenes bizarros comenzó la noche de un sábado de 1997, cinco días antes de la Navidad. Cerca de las 21 horas, Mokhtaria Chaib, estudiante universitaria de 19 años, salió del departamento de un amigo rumbo a la estación de trenes. De acuerdo con los testimonios de algunos de sus compañeros, Chaib tenía planeado un viaje a la ciudad costera de Coliure. Aquella noche la lluvia arreciaba y al parecer la joven aceptó que alguien le diera un aventón a la estación, que está a unos diez minutos del departamento de donde la joven había salido. Lo q
ue ocurrió después sólo son conjeturas.
Al día siguiente, un hombre que paseaba a su perro se llevó el susto de su vida al tropezar con el cuerpo desnudo de una mujer, boca abajo, en un terreno contiguo al cementerio local. Lo que la policía halló al examinar el cadáver la dejó con más preguntas que respuestas: aparentemente Chaib no fue violada, sus senos fueron mutilados y robados. Lo más desconcertante era que el ano de la víctima fue removido de forma experta con un bisturí. La mujer había f
allecido de tres punzadas en el corazón.
Inicialmente, un agente de la policía habló de un asesinato con características satanistas, otro más dijo que era obra de un médico o de un estudiante de medicina. Pero eso era lo único que las autoridades tenían entre manos: teorías. Si los investigadores encontraron evidencias en torno al cadáver, nunca fueron reveladas a los medios. Asimismo, las prendas de vestir de Chaib no fueron recobradas. Por la forma en que el asesino extrajo la matriz de la estudiante los detectives relacionaron el homicidio de Chaib con otro ocurrido dos años antes cerca de la estación de trenes de Perpignan, lugar en el que Dalí giró la llave de su universo plástico.
El nombre de la víctima que antecedió a Chaib era Tatiana Andujar, estudiante de 17 años, quien desapareció la noche del 24 de septiembre de 1995. Para escapar de la férrea disciplina de su hogar, Tatiana se había mudado a un departamento que compartía con algunos amigos en Port Lucate, lugar en el que trabajaba como mesera en el restaurante L´Estival.
Una semana antes de su desaparición, Tatiana mintió a sus padres, al decirles que pasaría el fin de semana en un centro vacacional para estudiantes en los Pirineos. Lo cierto es que la joven fue a una fiesta en Tolouse. El domingo por la noche, de regreso a su departamento, tomó el tren hacia la estación de Perpignan, a la que arribó cerca de las 19:30 horas y donde fue vista por última vez por dos de sus compañeros de clase.
Las investigaciones del caso arrojaron que Tatiana tenía la costumbre de pedir aventón para llegar a su departamento de Llupia, calle que se ubica a una cuadra de una plaza llamada Salvador Dalí, cerca de la Rue Courteline, sitio en el que al par
ecer Mokhtaria Chaib desapareció.
Las descripciones de ambos asesinatos ganaron las primeras planas de los periódicos franceses y promovieron una investigación que comenzó los primeros días de 1998 y que condujeron hasta Andrés Palominos Barrios, de 48 años, “que se distinguía por su mal olor corporal, sus ropas sucias y porque esquivaba la mirada de sus interlocutores cuando hablaba”. En 1996, Palomino había sido sentenciado a 18 meses de prisión por falsificar pasaportes. Había estudiado medicina, pero fue despedido de uno de los hospitales de Perpignan por robar dos estetoscopios. Nativo de Perú, Palomino no tenía empleo cuando fue detenido.
Debido a que la policía no contaba con evidencias físicas (sangre, semen o saliva) del sospechoso, no pudo vincular los asesinatos de la estación de trenes de Perpignan con Andrés Palomino Barrios, no obstante que las locaciones señaladas en un mapa en las que fueron hallados los cuerpos de Chaib y Andujar apuntaban en línea recta al edificio en el que vivía el peruano, a sólo 300 metros de distancia. Estos elementos, aunados a que Palomino gustaba levantar en su auto a estudiantes de la universidad y conversar con adolescentes que merodeaban la vieja estación de trenes, resultaron suficientes para que el pediatra fuera acusado, el 24 de enero de 1998, de la muerte de Mokhtaria Chaib.Sin embargo, dos días después del arresto de Palomino otra muchacha fue asesinada: Marie Helene González, de 22 años. Las características del homicidio eran macabramente familiares: el cuerpo desnudo, desmembrado de cabeza y manos, los genitales extirpados y algunos órganos colocados en un buzón del área cercana a la estación de trenes de Perpignan. Al igual que en el caso de Chaib, las prendas de vestir no fueron halladas.
Andrés Palomino Barrios fue liberado.

En cuanto a la influencia de Dalí en los asesinatos,es notorio que las tres víctimas desaparecieron en las calles adyacentes a la plaza Salvador Dalí y, lo más importante, la naturaleza de las mutilaciones guarda estrecha semejanza con algunas pinturas del artista catalán, especialmente con El espectro del sex appeal, la cual describe a una mujer desnuda a la que faltan la cabeza y una mano, y que en el lugar donde estuvieron los senos ahora lo ocupan una especie de muñones vendados.Cabe señalar que las bolsas de basura halladas sobre el vientre desflorado de Marie Helene González recuerdan los muñones vendados que sustituyen los senos de la mujer de la pintura El espectro del sex appeal.
La estética surreal de la obra de Salvador Dalí siempre ha sido fuente de controversias. Las descripciones de los despojos sexuales en la temática del pintor guardan inquietantes similitudes con las de las fantasías de una amplia mayoría de los asesinos seriales masculinos. Por lo mismo, no debe sorprender que un homicida pluralista haya encontrado su inspiración en las imágenes propuestas por el gran masturbador de Cadaqués...

---------------------------------------------->Zuicidio

1 comentario:

  1. Nous, au Collectif Sud, sur Perpignan on connait une personne pas très claire qui connaissait très très bien les quatre jeunes filles victimes mais aussi connaissait sur Perpignan beaucoup d'autres gens véreux. Quant aux flics ou autres magistrats avertis, n'ayez crainte, ils ne reviendront pas nous pomper l'air. Trop peur que ça leur pète à la gueule !... et pour cause !!!
    Combien de coups de couteau Marie-Hélène Gonzalez, 12 ?.... Un par participant ?
    Au mieux sur Perpignan l'on prépare ‘au troupeau’ un nouveau coup foireux du style Boite à Pandore N°1 sur editionsliberte.com.

    Pour les petits curieux, même site, voir le n° 43. Ce qui est à venir et a été transmis au ‘Collectif Autre Monde’ c'est du chaud-bouillant ! Lecteurs vous en aurez la primeur.

    ResponderEliminar